Jesús Manuel Bustos Farrera es un chico de 22 años que nació con falta de oxígeno, sufrió una parálisis cerebral leve que afectó una parte de su cerebro que controla el sistema motriz, los movimientos finos, la coordinación y el equilibrio.
Aunque mantiene una cuadriparesia espástica, esto no lo ha detenido para llevar una vida común, gracias a las terapias que ha tomado a lo largo de su vida.
Desde los tres años su vida cambió al iniciar los ejercicios en el CRIVER, ya que tiene un nivel de autonomía mayor y su estilo de vida mejoró.
Estudia el primer semestre de la carrera de Psicología en la Universidad Veracruzana, y su sueño es dar clases en su alma mater, además de dar terapias en el Centro de Rehabilitación Infantil Veracruz (Criver).