En la congregación Rancho del Padre del municipio de Medellín de Bravo, se encuentran sembradíos de la flor conocida tradicionalmente como moco de pavo o garra de león, misma que se ha convertido en un símbolo del Día de Muertos, debido a sus características e intensidad del color.
Así como el cempasúchil esta flor es utilizada para adornar las ofrendas durante el 1 y 2 de noviembre, día de los fieles difuntos.
Los pequeños productores han mantenido la tradición de sus antepasados a través de la siembra y producción de esta flor.
Los tonos van de púrpura a violeta, aunque existen excepciones más pálidas o amarillas, simbolizan la expresión de la Sangre de Cristo y la Resurrección, así como la vida humana.
El corte de esta aterciopelada flor se da días previos al uno y dos de noviembre pues debe de estar fresca para quien decide adquirirlas.
El paisaje de los sembradíos simplemente es increíble, donde lo único que queda es disfrutar los colores formidables de esta flor que adorna las tumbas y altares, preservando las costumbres de los mexicanos.