México es el primer consumidor de refrescos en el mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, cantidad con la que supera en 40 por ciento al segundo consumidor que es Estados Unidos, con 118 litros, según datos de la Universidad de Yale.
Ingerir bebidas azucaradas se asocia con padecimientos como obesidad, diabetes, derrames cerebrales, cáncer, enfermedades arteriales coronarias y óseas, problemas dentales, asma y trastornos psicológicos, entre otros.
Noé de la Cruz Guzmán, Coordinador de la dirección médica de la Cruz Roja Veracruz-Boca del Río ? "el resto de las bebidas, refresco, café alcoholizadas definitivamente no ayudan por el contrario proporcionan ahí una serie de aditamentos que pueden desbalancear todavía más el tema de la hidratación, se recomienda agua natural o agua balanceada en electrolitos de manera preventiva esto debe estarse considerando si vamos a estar expuestos a una actividad"
De acuerdo al Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en promedio, una familia mexicana destina el diez por ciento de sus ingresos totales a la compra de refrescos y en comunidades rurales, siete de cada diez niños desayunan con esta bebida.
Estas bebidas se convirtieron en parte primordial de la dieta del mexicano, desde sus primeros meses de vida hasta los últimos, con un constante rechazo a renunciar a ellas, incluso entre personas con padecimientos graves.
Según la Encuesta Nacional de Salud, Nutrición y Estadísticas del INEGI, el 19% de las muertes por diabetes, eventos cerebrovasculares, y cánceres relacionadas con obesidad, fueron atribuibles a las bebidas azucaradas.