Son tres mujeres diferentes, Guadalupe, Anahilsa y Yamira, que tienen algo en común, cada una recibió un riñón para poder vivir, son guerreras de una batalla que muy pocos logran ganar.
La insuficiencia renal, es una enfermedad silenciosa que no avisa, y que cada una tuvo que vencer.
Para cada una la salvación era el trasplante de riñón, dos de ellas, lo recibieron mediante la donación de un familiar, sin embargo, no existió quien les proporcionará información sobre el proceso de un trasplante.
Las personas que no tienen un donador, deben de esperar para un riñón de origen cadavérico casi 10 años, en Veracruz la lista de espera es de más de 500 personas.
Hoy son un ejemplo de vida, y decidieron formar un grupo donde se dedican a brindar información, para prevenir esta enfermedad, y sobre todo concientizar a la población de la donación de órganos.