En esta temporada decembrina quienes resultan más afectados por la quema de pirotecnia son los perros, ya que tienen el oído tan desarrollado lo que hace que perciban el ruido con mayor intensidad.
Los gatos también se ven afectados por esta situación. En los dos casos el estallido de la pirotecnia les provoca una sensación de ansiedad, desorientación, angustia e incluso pérdida de conciencia conocido como "síncope" desmayo o pérdida temporal de la conciencia.
Incluso algunos perros pueden morir como consecuencia de un infarto. Se ha dado el caso que muchos al tratar de huir del ruido, terminan atropellados, y otras más que pierden la orientación al lanzarse de las azoteas.
Para evitar cualquier percance se recomienda cerrar las ventanas o poner música a un volumen considerable, y colocar una venda sobre su cuerpo.