Las grúas que deberían funcionar como un servicio de apoyo en situaciones de emergencias, también operan con contratos concesionados, lo que les permite realizar arrastres de vehículos a corralones. Esta situación ha provocado la falta de transparencia, lo que facilita que empresas privadas controlen el servicio.
El costo de un arrastre en Veracruz varía según la empresa y el tipo de vehículo.
Los costos por arrastre pueden ir de los $900 hasta $5,000 mil pesos o más.
A esto se suman las tarifas diarias de almacenaje en los corralones, que pueden oscilar entre $100 y $300 pesos por día.
Los usuarios reportan tarifas infladas, muchas veces desproporcionadas en relación con el servicio prestado. Hay casos donde los vehículos son remolcados aun cuando no están obstruyendo la vía pública o no ameritan un arrastre, lo cual genera una molestia entre los propietarios.
Además de las sumas considerables para retirar los autos de los corralones, sin dejar de lado que las cuotas diarias de almacenaje aumentan rápidamente.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, envió nuevamente al Congreso del Estado la iniciativa que tiene por objetivo transparentar los cobros por servicio de grúa y regular su operación; entre otros puntos que contempla, la reforma a la Ley de Tránsito y Transporte.
Con ello se busca frenar los casos de abusos y arbitrariedades de concesionarios.
Por su parte, el diputado local de PAN, Miguel Hermida Copado, señaló que e necesario que la iniciativa se regule pero también se analice en favor de los veracruzanos y por fin acabar con los abusos.
Mientras no se regule el servicio de grúas en Veracruz prevalecerán los abusos y sobrecostos para los ciudadanos. La falta de transparencia, los intereses privados y la inacción gubernamental se mantienen como los principales obstáculos que impiden que se solucione esta problemática.