Luego de las manifestaciones por la muerte de un comerciante del mercado de San Andrés Tuxtla, el hijo y exesposo de la presidenta municipal, María Elena Solan, fueron interceptados por una turba enardecida que intentó retenerlos.
Luego de un intercambio de palabras y jalones, el primogénito de la edil fue subido a una patrulla, mientras que la expareja permaneció abajo del mismo. Fue en ese momento cuando un sujeto se acercó a Ricardo Rubio Otero y le acertó un golpe en la cara, provocando que este cayera noqueado sobre el pavimento; personal de SEMAR trató de capturar al atacante, quien a pesar de la acción fue defendido por algunos ciudadanos.
Por su parte, la alcaldesa, Maria Elena Solana, también fue víctima de agresiones e insultos por parte de manifestantes, esto luego de que la edil tratara de salir del palacio municipal, el cual se encontraba sitiado por los ciudadanos, vestida de policía y rodeada de un grupo de uniformados.