La Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) son, para muchos, las instituciones que más quedaron a deber durante el gobierno de Cuitláhuac García.
En el caso de la SIOP, que estuviera a cargo de Elio Hernández Gutiérrez, la mayoría fueron críticas y cuestionamientos por el pésimo estado de las vías de comunicación.
Pese a las 537 obras carreteras en las que se invirtieron más de 10 mil millones de pesos durante los últimos seis años, esta dependencia fue señalada como la peor incluso por los propios aliados políticos de Morena.
Aunque el gobierno cuitlahuista presumió haber logrado un descenso en la incidencia delictiva, la SSP es otra instancia que deberá revertir su mal desempeño.
Y es que para muchos el aumento de la capacidad policial y la extinción de corporaciones como la Fuerza Civil no fue suficiente para garantizar la seguridad de los veracruzanos.
Por su parte la FGE, que aún está bajo el mando de Verónica Hernández Giadáns, fue otra dependencia estatal que no brindó los resultados esperados.
Principalmente tras el extravío de expedientes relacionados a diversos casos de desaparición, crisis que no ha sido nulificada ante la falta de compromiso por parte de la administración estatal.
Tras la renovación del gobierno, encabezado por primera vez por una mujer, estas mismas dependencias están obligadas a trabajar por su reivindicación en los próximos seis años.