Miguel, Claudia y José Enrique tienen algo en común: son comerciantes que ven en la celebración de la Virgen de Guadalupe una oportunidad para llevar el sustento a sus hogares.
Claudia y sus trabajadores provienen de Toluca para ofrecer trajes de manta, chales y huaraches en las inmediaciones de la Basílica Menor de El Dique, en Xalapa.
Reconoce que las ventas de este año son aceptables, aunque la gente ya no adquiere el mismo volumen de prendas que antes.
Miguel hizo el viaje desde Tlaxcala para traer su negocio de cobertores, colchas y edredones.
Aunque acepta que cada año es más complicado debido a la falta de liquidez de las personas.
Por su parte, José Enrique y su familia son de Xalapa pero se suman a los testimonios de vendedores que han visto afectadas sus ventas dadas las complicaciones económicas.
De acuerdo a la Secretaría de Economía, se estima que en México hay más de un millón y medio de vendedores ambulantes que aprovechan festividades como la de la Virgen Guadalupana para mejorar sus ingresos.
La mayoría gana alrededor de 4 mil pesos mensuales, aunque para ello deben trabajar al menos cinco días de la semana.
El sector formal reitera que se trata de una competencia desleal. Pero no por atacarlos, sino por seguir al margen de los beneficios económicos y de seguridad social.