Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), señalan que en 2023 se denunciaron 45 mil 308 casos de fraudes financieros en el país entre enero y mayo.
Este fenómeno, desafortunadamente, no distingue entre empresas y particulares, afectando la estabilidad económica de quienes caen en sus redes.
Especialistas señalan que los adultos mayores son el blanco de los defraudadores, además existe una cifra negra importante, pues no hay denuncias formales de estos casos.
El robo de identidad por engaños ocurre cuando alguien obtiene información personal de otra persona, como el número de Seguro Social, dirección, fecha de nacimiento o los datos de la cuenta bancaria, los cuales son usados para cometer fraude o algún otro acto ilegal como solicitar créditos a nombre de su víctima.
Los delincuentes en algunos casos son personas que trabajan en las mismas financieras e incluso son amistades de los usuarios, teniendo acceso a los datos de los clientes, y con esta facilidad poder lograr el fraude.
La señora Ana Xochitl, fue una de estas víctimas, quien expone que su amiga le pidió sus datos personales para que pudiera ser beneficiaria de un crédito de la empresa "Compartamos", con engaños logra obtener los préstamos de ella y otras personas más, dejandolas endeudadas y con temor a denunciar.
Aunque es difícil que las víctimas puedan resarcir el daño económico, abogados señalan que deben realizarse las denuncias ante la Condusef para que quede registrado y de esa forma pueda trabajarse en una legislación que investigue y sancione a los responsables de estos hechos, pese a la autorización otorgada por parte del defraudado.
No obstante, esta forma de estafa no es la única, pues existen otras más en donde las personas pueden ser sorprendidas, al otorgar datos personales a cualquier institución o individuo.