La diputada local de Movimiento Ruth Callejas Roldán, presentó una Iniciativa con Proyecto de Decreto con la finalidad de que en la entidad veracruzana se reconozca el tipo penal denominado "violencia vicaria" y establezca las medidas preventivas y de atención al respecto, además de las sanciones y medidas que se pueden imponer.
En su participación en tribuna, explicó que, de acuerdo con el artículo 5, fracción IV, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia contra las mujeres se define como: "cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado, como en el público".
Señaló, que "la violencia vicaria es violencia de género. En ella se sustituye a la persona en la acción directa física o psicológica de la violencia para causar un daño mayor y permanente a la mujer. El objetivo es la mujer".
Destacó, que la iniciativa plantea que reconocer en el marco jurídico estatal la violencia vicaria permitirá construir políticas públicas orientadas a su atención que no solo prioricen el interés superior del menor, sino también la perspectiva de género y la protección de otras personas en situación de riesgo.
Cabe mencionar, que, de acuerdo con el artículo segundo transitorio de la iniciativa, en un plazo no mayor a 60 días, la Fiscalía General del Estado (FGE) deberá emitir los Lineamientos para la Investigación de los Delitos de Violencia Vicaria, desde la perspectiva de género y derechos humanos.
La legisladora, refirió que hay estudios de especialistas como el de la psicóloga clínica especializada en victimología, Sonia Vaccaro, quien afirma que "violencia vicaria", es aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer; es una violencia secundaria a la víctima principal, que es la mujer; es a la mujer a la que se quiere dañar y el daño se hace a través de terceros.
En tanto, el maltratador sabe que dañar, asesinar a las hijas o los hijos, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás; "es el daño extremo".