Las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas han generado una fuerte división en el Gobierno mexicano y entre los partidos políticos.
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum defiende la soberanía de México y rechaza cualquier injerencia extranjera, miembros de la oposición, como el Partido Acción Nacional (PAN), piden una colaboración internacional más estrecha para hacer frente a la violencia en el país.
El anuncio de Trump, realizado el domingo pasado, aseguró que tomará medidas para expulsar a los miembros de pandillas extranjeras y designará a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Esta declaración ha sacudido la política interna de México, donde la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía.
En respuesta, Sheinbaum subrayó que México "nunca se va a subordinar" y reiteró que no aceptará injerencias en los asuntos internos del país.
La oposición, encabezada por senadores del PAN, criticó la postura del gobierno de Sheinbaum, señalando que la propuesta de Trump pone en evidencia las fallas en la estrategia de seguridad del actual gobierno.
Marko Cortés, líder del PAN, destacó que el anuncio de Trump resalta la necesidad urgente de una colaboración internacional más efectiva para frenar la violencia. Por su parte, la senadora Lilly Téllez acusó a la presidenta Sheinbaum de solapar a los narcotraficantes, calificando su respuesta como una defensa a los intereses de los criminales.
El tema también ha generado debate en la opinión pública. Una encuesta publicada por el diario Reforma mostró que el 46% de los mexicanos estaría a favor de que Estados Unidos ayude al Gobierno mexicano en la lucha contra la inseguridad, mientras que el 50% se opone a esta cooperación. Entre quienes apoyan la ayuda estadounidense, la mayoría prefiere que se realicen operativos conjuntos entre ambos países.
Sheinbaum, quien asumió la presidencia en octubre, registró un 69% de aprobación en una reciente encuesta de El Financiero, aunque el mismo porcentaje de ciudadanos calificó negativamente su manejo del crimen organizado.
Esta situación refleja la creciente preocupación por la violencia en el país, que en 2023 alcanzó niveles alarmantes, con más de 196,000 asesinatos registrados en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el antecesor de Sheinbaum.
Para los analistas, las amenazas de Trump llegan en un momento de vulnerabilidad política para México. Clemente Romero Olmedo, experto en seguridad nacional, señaló que la administración de López Obrador fue percibida como ineficaz en la lucha contra el crimen organizado, lo que ha llevado a una "normalización de la narcocultura" en el país.
Según Romero, muchos opositores ven en la intervención estadounidense una vía para cambiar las políticas de seguridad, aunque advierte que los intereses de Estados Unidos no siempre coinciden con los de México.
En este contexto, la respuesta de Sheinbaum se alinea con la política de su antecesor, quien en 2020 promulgó una reforma a la Ley de Seguridad Nacional para limitar la presencia de agentes extranjeros, especialmente de la DEA. No obstante, algunos analistas consideran que la cooperación en materia de seguridad entre México y Estados Unidos es inevitable.
Romero Olmedo sugiere que, aunque la postura de Sheinbaum sea de resistencia, es probable que se logre un acuerdo para abordar temas de seguridad y migración en conjunto.
Así, el debate sobre la cooperación con Estados Unidos y la lucha contra el crimen organizado continúa siendo un tema central en la política mexicana, especialmente en un momento de creciente inseguridad y desafíos internos.