El Papa Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, falleció este lunes a los 88 años de edad.
El primer pontífice latinoamericano en la historia de la Iglesia Católica presentó complicaciones respiratorias desde febrero pasado, las cuales se agravaron en las últimas semanas hasta provocar su muerte.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de reacciones en todo el mundo. Líderes políticos, religiosos y figuras del espectáculo han expresado su pesar por la pérdida del papa argentino, quien se ganó el cariño de millones de personas por su cercanía, humildad y mensajes de paz.
El último mensaje público del Papa Francisco ha cobrado un nuevo significado tras su muerte. En él, hizo un llamado a no abandonar la esperanza y a creer que la paz sigue siendo posible. "Quisiera que volviéramos a esperar en que la paz sea posible", dijo el pontífice, dejando una reflexión que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Sus palabras se dieron en el marco de un momento especial para el cristianismo: este año, católicos y ortodoxos celebrarán la Pascua el mismo día en el Santo Sepulcro, en Jerusalén. Francisco destacó este acontecimiento como una señal de unidad y oportunidad espiritual, al desear que "desde el Santo Sepulcro [?] se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero".
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco se convirtió en un defensor incansable de la paz, el cuidado del medio ambiente y la justicia social. Sus mensajes no sólo resonaron entre los creyentes, sino también en foros internacionales donde su voz fue escuchada como un llamado a la fraternidad y al diálogo.
Con su fallecimiento, la Iglesia Católica despide a un líder que marcó una etapa de transformación dentro del Vaticano. Desde su elección en 2013, Bergoglio rompió varios moldes al apostar por una Iglesia más cercana a los pobres, más abierta al debate y más activa en temas globales.
El mundo llora su partida, pero sus palabras y acciones seguirán vivas en la memoria de quienes lo admiraron. El Papa Francisco deja un legado de humanidad, espiritualidad y un constante llamado a no perder la esperanza, incluso en los tiempos más difíciles.