Al menos once personas murieron, entre ellos jóvenes de entre 18 y 27 años, tras ser baleados y cientos más resultaron heridos en medio de protestas contra la violencia policial en Bogotá, Colombia.
Los violentos disturbios se desataron tras la agresión de policías contra Javier Ordóñez, un abogado de 43 años, quien falleció tras recibir en el suelo repetidas descargas con un arma eléctrica.
"Ya, por favor, no más", se le escucha suplicar. El hombre, tenía dos hijos de 11 y 15 años. Las investigaciones y necropsia deberán esclarecer las causas del deceso.
El caso fue comparado con el del afroestadounidense George Floyd, quien en mayo murió asfixiado en Minneapolis a manos de un policía blanco que desoyó sus suplicas mientras lo inmovilizaba en una detención.
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, denunció en un audio a medios "dos días de vandalismo sistemático y coordinado" en Colombia.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo ayer que la policía hizo un "uso indiscriminado" de la fuerza y las armas de fuego.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano de la Organización de Estados Americanos, condenó "enfáticamente los casos de brutalidad y abuso policial" en el país.
Las protestas dejan además 209 civiles y 194 uniformados heridos, puestos de policía destruidos y daños en vehículos de servicio público.