En 2024, el planeta alcanzó una temperatura media en la superficie de 1,55 ºC por encima de los niveles preindustriales, lo que marca un hito preocupante en el calentamiento global.
Esta cifra, confirmada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es parte de un análisis basado en los datos de las seis mayores bases de datos climáticas globales. Este resultado consolida una tendencia preocupante: los últimos diez años (2015-2024) han sido los más cálidos desde que se tienen registros.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), de la Unión Europea, también presentó su informe, señalando que la temperatura media global en 2024 fue de 15,10 ºC, 1,60 ºC por encima de los niveles preindustriales. Con esta cifra, 2024 se convirtió en el primer año en el que se supera el umbral de 1,5 ºC, establecido en el Acuerdo de París como un límite crítico para evitar los efectos más devastadores del cambio climático.
La OMM advirtió que este aumento de temperatura tiene graves consecuencias, entre ellas, fenómenos meteorológicos extremos, el deshielo de los glaciares y la subida del nivel del mar. Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, subrayó que la historia del clima está cambiando ante nuestros ojos, ya que no solo se han registrado uno o dos años récord, sino una serie de diez años consecutivos.
Este fenómeno está claramente relacionado con el incremento de gases de efecto invernadero, especialmente los provenientes de la quema de combustibles fósiles.
A pesar de que la OMM señaló que el umbral de 1,5 ºC no ha sido superado de manera definitiva, debido a los márgenes de error en los cálculos, todas las evaluaciones coinciden en que 2024 ha sido el año más caluroso registrado hasta la fecha. La organización también destacó que las temperaturas récord no solo se han observado en la atmósfera, sino que los océanos han sido los principales receptores del calor adicional generado por el cambio climático.
De hecho, un estudio reciente indicó que las temperaturas en los océanos alcanzaron niveles históricos en 2024, afectando incluso hasta los 2,000 metros de profundidad. Los océanos, que absorben el 90 % del calor adicional generado por el calentamiento global, se han convertido en un indicador clave de la crisis climática. Este calor oceánico tiene un impacto directo sobre la temperatura global y contribuye significativamente al aumento de las temperaturas superficiales.
La OMM también mencionó el fenómeno de El Niño de 2023 y 2024, que ha exacerbado el calentamiento global de manera temporal. Sin embargo, la organización subrayó que la tendencia de aumento de temperatura es clara y persistente, lo que requiere una acción urgente para mitigar los efectos del cambio climático a largo plazo.
Aunque el incremento de 1,5 ºC en un solo año no significa que los objetivos del Acuerdo de París estén irremediablemente fuera de alcance, la OMM insistió en que cada fracción de grado cuenta. Las consecuencias de este aumento serán considerables y podrían ser aún más graves si no se toman medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.