Buenos Aires, 29 ene (EFE).- El principio de acuerdo alcanzado entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas por más de 40.000 millones de dólares ha tenido un impacto favorable en el sector financiero y los analistas ven ese entendimiento "positivo" y "razonable", aunque mantienen sus dudas respectos a algunos aspectos del programa macroeconómico.
Según el Gobierno argentino, el entendimiento contempla un "programa de facilidades extendidas" durante los próximos dos años y medio, que incluye un paquete de medidas económicas y una refinanciación de los vencimientos del crédito 'Stand By' que el organismo multilateral otorgó al Ejecutivo del liberal Mauricio Macri (2015-2019).
En opinión del economista Fernando Baer, este acuerdo constituye una "buena noticia" para la maltrecha economía del país suramericano, que atraviesa serios desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios.
"Todavía faltan por conocer los detalles del acuerdo, pero las medidas que se tomaron parecen razonables, dentro de las dificultades con las que venía trabajando la economía", asevera Baer en una conversación telefónica con Efe.
¿HABRÁ AJUSTE?
Durante el anuncio del acuerdo, el presidente Alberto Fernández fue contundente al subrayar que no habría ningún tipo de contracción del gasto: "Este acuerdo no nos condiciona. Podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social", manifestó este viernes el mandatario.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, expuso posteriormente en rueda de prensa algunos detalles del programa pactado con el FMI, que contempla un recorte "gradual" del déficit fiscal (que llegaría al 0,9 % del PIB en 2024) y una contracción aún mayor de la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro (que caería del 3,7 % actual hasta el 0 % del producto en 2024).
Ahora bien, ¿cómo financiar el déficit del 2,5 % y del 1,9 % del PIB previsto para 2022 y 2023, respectivamente? Sin acceso a los mercados de créditos internacionales, hasta ahora Argentina financiaba su déficit a través de la emisión monetaria, pero con el programa pactado con el FMI esa vía queda descartada, quedando tan sólo dos caminos: más impuestos o una nueva asistencia desde el exterior.
El ministro Guzmán manifestó que el programa incluye medidas para "atacar" la evasión fiscal y el lavado de activos, pero para el economista Fausto Spotorno, director de la consultora OJF, "no hay mucho margen para eso".
"Si hay más recaudación es por la recuperación (económica), pero no sé si hay margen político ni económico para subir impuestos", afirma el experto a Efe.
Para Fernando Baer, la única forma de sostener el gasto público con una caída del déficit es, efectivamente, con más ingresos, un panorama "bastante complicado, dada la situación de presión tributaria que tiene la Argentina".
"Para que el programa funcione, los ajustes tienen que ser en términos reales, con lo cual creo que al final del día veremos que no es tan cierto que no haya ajuste como lo presentó el Gobierno", señala el analista.
ACUMULACIÓN DE RESERVAS Y DÓLAR
Otro de los puntos centrales del programa macroeconómico es la acumulación de divisas: el Gobierno pretende aumentar sus reservas monetarias en 5.000 millones de dólares en 2022, uno de los "grandes interrogantes" dadas las condiciones externas - con una sequía que impactará en los precios y cantidades de las exportaciones - y el tipo de cambio oficial.
"Acumular reservas con este tipo de cambio real genera algún tipo de incertidumbre, porque en la medida en que exista brecha cambiaria (cercana hoy al 100 %) es difícil que se generen los incentivos para acumular reservas", reconoce Baer.
En ese sentido, el Ministerio de Economía descartó un "salto cambiario" y mantendrá sin cambios su política cambiaria, una línea que Spotorno ve "inconsistente" con el desarrollo del sector exportador para atraer divisas.
"Creo que tarde o temprano habrá una devaluación, por las buenas o por las malas (...). El esquema cambiario actual castiga al exportador porque le pagan el dólar a la mitad de lo que vale, entonces qué estímulo va a haber", expone.
PENDIENTES DE LOS DETALLES
Este acuerdo está sujeto a la aprobación final del directorio ejecutivo del FMI y del Congreso argentino, en donde la oposición ya anunció que estudiaría la "letra chica" del entendimiento antes de dar su apoyo.
Los mercados, por su parte, vieron con buenos ojos esta aproximación de posturas: la Bolsa de Buenos Aires cerró este viernes con un repunte del 2,67 % y la prima de riesgo cayó un 7,7 %.
En cualquier caso, el director de la consultora OJF cree que el acuerdo con el FMI, aunque positivo para evitar un default inminente, no soluciona por sí solo otros problemas acuciantes de la economía argentina, entre ellos la alta inflación.
"Siguen todos los desafíos igual. No te cambia la economía el acuerdo", sentencia el experto.
Javier Castro Bugarín