Las personas que han incorporado a su vida diaria el hábito de agradecer, de expresar gratitud, están más satisfechas con la vida, se consideran más felices, gozan de una mayor autoestima y se encuentran más protegidas frente a los problemas de salud física y mental.
Estos impactos positivos en la persona que da y en la persona que recibe se han demostrado a nivel científico con experimentos reales, sobre todo en Estados Unidos y en el ámbito de la psicología positiva, afirma la psicóloga y profesora Laura Amado con motivo del Día Internacional del Agradecimiento, que se celebra el 11 de enero.
El hábito de la gratitud, tener un enfoque optimista y "esperanza realista" fortalece el sistema inmune, todo lo contrario que estar centrado "hacia el déficit, a lo que carecemos y a la dificultad. Darle la vuelta y practicar y entrenar todo esto parece fácil pero no lo es".¿Cómo entrenar la gratitud?: Acciones concretas."El acto del agradecimiento no es algo que se hace de manera mecánica, sino que hay que hacerlo de modo consciente. No sirve simplemente dar los buenos días y las gracias, aunque una vez lo incorporas ya sí te sale automáticamente".
EFE NOTICIAS