En tan solo una semana casi dos mil cabezas de ganado murieron en Huimanguillo, Tabasco por consumo de pollinaza contaminada.
La situación para los ganaderos es preocupante. Debido a la gran cantidad de animales muertos, el Ayuntamiento facilitó cuatro retroexcavadoras para la apertura de pozos en los ranchos, para enterrar a las reses para evitar contaminación ambiental y al muerte de más animales a causa de alguna bacteria.
"Le vamos a echar cal y las vamos a enterrar. Es todo el patrimonio mío y de mi familia que ha quedado en ceros, quedó en nada", dijo el ganadero Felipe Valencia.
De las 600 reses en su rancho, solo le quedan 30, de las cuales algunas están enfermas, dijo el ganadero, lo que ha provocado que disminuya la producción de leche.
Valencia hizo un llamado a la población a evitar el consumo de carne de dudosa procedencia, ya que la pollinaza supone riesgos a la salud.
La Asociación Ganadera de Huimanguillo reporta envenenamiento por pollinaza en 15 poblaciones del municipio.
Hay 40 ganaderos afectados con pérdidas millonarias, ya que cada ejemplar de res puede costar hasta 40 mil pesos.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) alerta que el alimento pollinaza puede contener cierto grado de toxinas al contener plumas, restos de aves, pajas utilizadas como cama y excretas, que pueden intoxicar al ganado. Por lo que no se recomienda para el ganado de leche.
Para evitar el riesgo de intoxicación se debe mantener la pollinaza durante 20 minutos a una temperatura de 79ºC, con lo que se destruye el virus de la influenza aviar.