La guerra comercial entre Estados Unidos y China está generando incertidumbre en la economía mundial, y podría tener repercusiones en los precios de diversos productos en México.
Aranceles más altos sobre productos chinos, impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump, podrían afectar directamente a los consumidores mexicanos, quienes verán alzas en productos como electrónicos, ropa de marca y hasta en alimentos básicos.
Según los analistas, las consecuencias de una guerra comercial prolongada entre las dos mayores economías del mundo no solo afectarán a estos países, sino también a todo el comercio global.
China, por ejemplo, ha decidido elevar al 84% los aranceles a productos de Estados Unidos en represalia por el 104% que Estados Unidos impuso a sus productos, y recientemente Estados Unidos respondió con un arancel del 125%. Este escenario podría aumentar los precios de productos importados y disminuir la competitividad de ciertos mercados.
El comercio entre ambos países es de vital importancia. Mientras que Estados Unidos exportó productos por valor de 143 mil 500 millones de dólares a China, el gigante asiático también exportó productos a Estados Unidos por un valor de 438 mil 900 millones de dólares, lo que convierte a China en uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos, solo superado por México. Esta interdependencia podría tener efectos en los precios en todo el mundo.
Uno de los productos más afectados podría ser el iPhone. Apple, que depende de la fabricación en China, podría enfrentar aumentos de precios, dado que sus dispositivos son fabricados mayoritariamente por empresas chinas, como Foxconn, en Zhengzhou. No solo Apple se ve afectada, sino que otras grandes marcas estadounidenses como Nike y Best Buy también dependen de la fabricación en China para sus productos.
Además de los electrónicos, el impacto de estos aranceles podría sentirse en los pasillos de los supermercados. Los alimentos básicos, como café, mariscos y alcohol, podrían experimentar aumentos de precios, afectando al consumidor. Estados Unidos importa gran parte de sus productos del mar de países como Chile, India e Indonesia, y el 80% de su café tostado proviene de Latinoamérica, lo que pone en riesgo la estabilidad de los precios en este sector.
Las tiendas en Estados Unidos han comenzado a registrar un incremento en las ventas de productos importados ante la expectativa de futuros aumentos. Por ejemplo, las ventas de café instantáneo aumentaron un 21%, las de kétchup un 18% y las de cerveza un 3%, lo que indica que los consumidores están intentando adelantarse a las posibles subidas de precios.
La incertidumbre que se vive en torno a esta guerra comercial resalta la vulnerabilidad de los mercados globales y la importancia de las decisiones económicas de las grandes potencias, las cuales repercuten en los precios de productos que llegan a países como México. Los analistas prevén que, si la guerra comercial persiste, la inflación podría ser un desafío importante para la economía global.