Después de realizar pruebas de ondas cerebrales, científicos de la Universidad de Boston identificaron un biomarcador potencial para el aprendizaje a largo plazo, lo que ayudaría a determinar métodos de enseñanza efectivos.
El profesor de neurología de la Facultad de Medicina de esa institución, Andrew Budson, y expertos del Boston Healthcare System (MED) y Veterans Affairs, son los responsables de este hallazgo que se dio a conocer en un estudio publicado en el "Journal of Cognitive Neuroscience" y que da a conocer en un comunicado la Universidad de Boston.
Los investigadores utilizaron pruebas de electroencefalograma (EEG) para medir las respuestas cerebrales a términos anatómicos de 34 estudiantes de MED de primer año en una clase introductoria de anatomía. Las pruebas se realizaron antes, durante y después del curso, así como seis meses después de concluído el curso.
Identificaron un "pico" en ciertas ondas cerebrales que "se correlacionaba con la capacidad de retener la información de anatomía a largo plazo", explicó la especialista participante en el estudio, Katherine Turk , instructora de MED en neurología.
Comentó que este biomarcador de ondas cerebrales tiene el potencial de "permitir que se prueben varios métodos en el aula y se midan de inmediato al final del curso, posiblemente incluso al final de una lección".
Andrew Budson, quien ha pasado gran parte de su carrera estudiando formas de mejorar el aprendizaje y la memoria en personas sanas, así como en aquellos con la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos de la memoria, destacó que el biomarcador identificado podría usarse para evaluar técnicas de enseñanza y determinar cuál es más eficaz para el aprendizaje a largo plazo.
"En medicina, el aprendizaje a largo plazo es esencial; las decisiones de vida o muerte pueden basarse en información aprendida años antes durante la escuela de medicina", enfatizó.
Al destacar que esta es la primera vez que los científicos se han propuesto descubrir un biomarcador potencial de este tipo, dijo que los resultados de este estudio sugieren que un tipo específico de actividad cerebral puede distinguir cuándo la información se ha aprendido realmente bien y profundamente para que conduzca a un aprendizaje duradero.
"Esa señal cerebral específica es diferente de las que están presentes cuando la información se aprende superficialmente; aprender bien no es solo cuantitativo, sino también cualitativo", detalló en el comunicado.
Esta investigación surgió por su trabajo en el desarrollo de estrategias para ayudar a los pacientes con la enfermedad de Alzheimer, y otros trastornos de la memoria para recordar información.
El especialista también colabora en el MED de Alzheimer Disease Center como director asociado de investigación, jefe de neurología cognitiva y conductual del VA Boston.