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06 de Febrero del 2025
Cultura

Cecot: la megacárcel más extrema del mundo, ¿justicia o abuso?

Cecot: la megacárcel más extrema del mundo, ¿justicia o abuso?

Recientemente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se reunió con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio. Durante el encuentro, Bukele propuso recibir a criminales deportados, sin importar su nacionalidad, en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot)




Este recinto ha sido objeto de críticas a nivel internacional debido a las condiciones en las que viven los reclusos. A continuación, te contamos más al respecto



El Cecot, también conocido como "la megacárcel de Bukele", es una prisión de máxima seguridad construida en El Salvador durante el mandato del presidente Nayib Bukele. Con capacidad para 40,000 reclusos, esta instalación es un símbolo de la "guerra contra las pandillas" que ha transformado la seguridad en el país.


El Salvador, históricamente uno de los países más peligrosos del mundo, enfrentaba una crisis de violencia impulsada por pandillas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18. En marzo de 2022, una ola de violencia dejó 87 muertes en solo tres días, lo que llevó al gobierno a declarar un régimen de excepción.



El Régimen de Excepción es una medida legal que permite al gobierno suspender temporalmente ciertos derechos en situaciones que amenazan la estabilidad del país. En El Salvador, se ha utilizado para detener a quienes aparenten estar vinculados a pandillas



Bukele, quien se presenta como un "superhéroe" en la lucha contra el crimen, impulsó la construcción del Cecot como parte de su estrategia para reducir la delincuencia. La megacárcel no solo busca aislar a los líderes pandilleros, sino también enviar un mensaje contundente a la población: el gobierno está dispuesto a tomar medidas extremas para garantizar la seguridad.



Ubicada en Tecoluca, a 74 km de San Salvador, la megacárcel fue construida en un tiempo récord de siete meses, con la participación de 3,000 personas. Ocupa un área de 166 hectáreas, de las cuales 23 están edificadas



El diseño incluye ocho pabellones con 32 celdas cada uno, donde los reclusos viven en condiciones austeras. Las celdas, de aproximadamente 100 metros cuadrados, cuentan con literas de acero, dos piletas de agua y dos inodoros, con una capacidad de 100 personas por celda. El perímetro está protegido por un muro de concreto de 11 metros de altura y alambradas electrificadas, además de 19 torres de vigilancia.


Aunque el costo exacto de la construcción no se ha hecho público, se especula que el gobierno aprobó leyes para agilizar la adjudicación de contratos, lo que ha generado críticas por la falta de transparencia.



El Cecot utiliza tecnología de punta para garantizar la seguridad. Dispositivos bloquean las comunicaciones, mientras que sistemas de videovigilancia y escáneres corporales monitorean cada movimiento. Un cerco eléctrico y la presencia de 250 policías y 600 militares refuerzan la protección



Los reclusos del Cecot son principalmente miembros de alto rango de las pandillas MS-13 y Barrio 18, considerados "psicópatas y sociópatas". Muchos fueron arrestados durante el régimen de excepción, aunque los criterios exactos para su traslado no son públicos.


Las condiciones de vida son extremas. Los reclusos pasan la mayor parte del tiempo en sus celdas, sin acceso a visitas familiares y con una dieta basada en frijoles, arroz y tortillas. Las celdas de castigo, oscuras y sin ventanas, son utilizadas para quienes incumplen las normas.



Bukele afirmó que los prisioneros no recibirían carne, ya que muchos ciudadanos enfrentan dificultades económicas para consumirla, y consideró injusto que los reclusos la tuvieran si la gente honrada no podía



La construcción del Cecot ha sido bien recibida por una parte significativa de la población salvadoreña, que asocia la megacárcel con la disminución de la violencia. La popularidad de Bukele supera el 90% en varias encuestas, reflejando el apoyo a sus políticas de seguridad.


Desde la implementación del régimen de excepción, las tasas de homicidios han caído drásticamente. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos cuestionan si esta reducción se debe directamente a la megacárcel o a otras medidas.



El Cecot ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos. Denuncian detenciones arbitrarias, torturas, muertes bajo custodia y la falta de debido proceso. Además, señalan la ausencia de programas de reinserción y rehabilitación para los reclusos



La ONU y otras entidades internacionales han expresado preocupación por las condiciones en la cárcel, incluyendo la detención de menores de edad y la falta de transparencia en su gestión.


El gobierno de Bukele ha defendido su política de seguridad, argumentando que protege los derechos de la población honesta y minimizando las críticas.



El Cecot es parte de una estrategia de seguridad a largo plazo que busca mantener el control sobre las pandillas. Sin embargo, expertos advierten que la masiva encarcelación no resuelve los problemas estructurales que dieron origen a las pandillas, como la pobreza y la exclusión social



El futuro de la megacárcel dependerá de la continuidad del régimen actual y de las políticas de seguridad del país. Mientras tanto, el Cecot sigue siendo un símbolo de la lucha contra el crimen en El Salvador, generando debates sobre el equilibrio entre seguridad y derechos humanos.






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