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30 de Enero del 2025
Cultura

Centro de detención migrante en Guantánamo: lo que sabemos

Centro de detención migrante en Guantánamo: lo que sabemos

El pasado miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para habilitar la prisión militar de Guantánamo, en Cuba, como centro de detención para albergar a 30 mil inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales. A continuación, te contamos más sobre esta controvertida instalación


El centro de detención, ubicado en la Base Naval estadounidense de Guantánamo, Cuba, fue inaugurado el 11 de enero de 2002 como respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Su apertura se basó en la premisa de que mantener a los detenidos fuera del territorio estadounidense impediría que las cortes federales tuvieran jurisdicción sobre sus denuncias.

Apenas cuatro años después de que las autoridades estadounidenses trasladaran a los primeros prisioneros en el contexto de la llamada "guerra contra el terror", la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que las comisiones militares creadas por el entonces presidente George W. Bush para juzgar a los detenidos eran ilegales. En respuesta, el gobierno promulgó la Ley sobre Comisiones Militares de 2006, que restringía aún más la revisión judicial de las detenciones y establecía que ciudadanos extranjeros bajo custodia estadounidense en cualquier parte del mundo podían ser procesados por una comisión militar bajo la categoría de "combatientes enemigos".



Amnistía Internacional reporta que "Los detenidos y sus familias están sometidos a un profundo sufrimiento psicológico. Desesperados, numerosos detenidos han iniciado huelgas de hambre y son mantenidos con vida mediante dolorosos métodos de alimentación forzada. Varios han intentado suicidarse".


Hace dos años, la relatora especial sobre la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, Fionnuala Ní Aoláin, visitó esta base naval y tuvo la oportunidad de reunirse con algunos de los detenidos. Durante su estancia, observó que todos ellos sufren daños constantes como consecuencia de prácticas sistemáticas de entrega, tortura y detención arbitraria.

Tras reunirse con ex detenidos repatriados y reasentados, así como con sus familias y funcionarios gubernamentales de otros países, Ní Aoláin advirtió sobre graves deficiencias en la provisión de recursos esenciales para garantizar una vida digna. Entre ellos, mencionó la falta de identidad legal, atención médica, educación, vivienda, reunificación familiar y libertad de movimiento. Destacó que, una vez transferidos, los ex detenidos quedan a su suerte, expuestos a la precariedad, la exclusión social, el estigma y la interferencia gubernamental.



En lo que respecta a la infraestructura, la relatora señaló que esta permite una vigilancia casi constante y facilita prácticas como extracciones forzadas de celdas, el uso indebido de restricciones y otros procedimientos operativos arbitrarios que vulneran los derechos humanos


En su informe más reciente sobre la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló las principales violaciones de derechos humanos cometidas por Estados Unidos en este centro de detención, que incluyen la detención indefinida sin derecho al debido proceso, lo que constituye una clara violación del Derecho Internacional. Además, se documentaron prácticas de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes. En los primeros años, los detenidos fueron sometidos a confinamiento estrecho, la técnica de la pared, posiciones de estrés, privación del sueño, el uso del "submarino", privación sensorial, golpizas brutales, descargas eléctricas, hipotermia inducida y el submarino seco, entre otras técnicas.

A estas violaciones se suman la falta de acceso a protección judicial efectiva, la existencia de comisiones militares que carecen del debido proceso, la ausencia de una defensa adecuada y un régimen discriminatorio. Según la CIDH, Estados Unidos ha instaurado un sistema de detención exclusivo para hombres musulmanes extranjeros, lo que crea la apariencia de una persecución basada en nacionalidad, etnia y religión, violando así los principios de igualdad y no discriminación.



Prisioneros llevaron a cabo huelgas de hambre como protesta, pero solo recibieron alimentación forzada. Adnan Farhan Abdul Latif, quien describió esta práctica como "una daga por la garganta", se suicidó en Guantánamo en 2012


Los últimos datos recopilados por la CIDH indican que 779 personas han sido detenidas en la base naval estadounidense en Guantánamo, todas ellas hombres musulmanes extranjeros. El 93% de estos detenidos no fueron capturados por Estados Unidos, sino que fueron vendidos o entregados al país por recompensas. En 2013, 114 detenidos iniciaron una huelga de hambre, que fue finalizada mediante alimentación forzada. Ese mismo año, 23 detenidos intentaron suicidarse. Para agosto de 2015, aún permanecían 116 hombres musulmanes extranjeros detenidos en el lugar.



22 menores fueron detenidos, entre ellos Omar Khadr, de 15 años, quien denunció haber sido privado de atención médica, encerrado con perros agresivos, amenazado con abuso sexual y sometido a asfixia con una bolsa de plástico en la cabeza





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