China ha decidido imponer aranceles adicionales de hasta el 15% a varios productos agrícolas de Estados Unidos, como parte de una serie de medidas económicas en respuesta a la reciente imposición de tarifas por parte del gobierno de Donald Trump.
Esta nueva medida, anunciada por el Ministerio de Comercio de China, entrará en vigor el próximo 10 de marzo, aunque los productos que ya estén en tránsito estarán exentos hasta el 12 de abril.
Los productos afectados por estos aranceles incluyen pollo, cerdo, soya y carne de res, los cuales enfrentarán un aumento de tarifas que afectará significativamente el comercio entre ambos países. Además, el gobierno chino amplió sus controles sobre la actividad comercial de empresas clave de Estados Unidos, lo que refleja el endurecimiento de la postura de Beijing en medio de la guerra comercial.
La medida se produce en un contexto donde las tarifas impuestas por el gobierno de Trump a productos chinos entraron en vigor el mismo día. A partir de este martes, se aplican aranceles del 25% a las importaciones desde Canadá y México, mientras que productos agrícolas de Estados Unidos como el pollo, trigo, maíz y algodón estarán sujetos a un arancel adicional del 15%. Otros productos, como sorgo, soya, cerdo, carne de res, mariscos, frutas, verduras y productos lácteos, verán incrementos del 10%.
Aparte de las medidas arancelarias, China también añadió 10 empresas estadounidenses a su lista de entidades no fiables, lo que les podría impedir participar en actividades comerciales con China. Entre las empresas señaladas se encuentran TCOM, Limited Partnership, Teledyne Brown Engineering y Huntington Ingalls Industries, entre otras. Además, Beijing incluyó a 15 compañías más en su lista de control de exportaciones, incluyendo a gigantes aeroespaciales y de defensa como General Dynamics Land Systems y General Atomics Aeronautical Systems.
China ha intensificado su estrategia comercial tras la escalada de tensiones con Estados Unidos, aunque, según el profesor de relaciones internacionales Sun Chenghao, "ambas partes mostraron moderación". A pesar de las nuevas tarifas, Sun destacó que China y Estados Unidos podrían seguir negociando en el futuro, aunque el ambiente actual es negativo para las conversaciones.
Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, expresó que "el pueblo chino nunca ha tenido miedo del mal, no cree en fantasmas y nunca ha sido intimidado". Esta declaración resalta la firme postura de Beijing frente a la presión económica de Washington, sugiriendo que China no se dejará intimidar fácilmente por las medidas adoptadas por Estados Unidos.
China es uno de los mayores importadores de productos agrícolas estadounidenses, aunque las compras se redujeron durante la guerra comercial iniciada por Trump. Sin embargo, las exportaciones de productos como soya, maíz, carne de res y pollo a China alcanzaron cifras récord en los últimos años. A pesar de esto, China ha comenzado a diversificar sus fuentes de importación, comprando más productos agrícolas a países como Brasil y Argentina.
En este contexto, expertos como Xu Botao, director de investigación del Instituto GoGlobal, señalaron que China está lista para resistir la presión comercial impuesta por Estados Unidos. El resultado final de este conflicto dependerá de las acciones que tome la Casa Blanca en los próximos meses, de acuerdo con los analistas.
Si bien las tensiones comerciales entre ambas naciones continúan, la necesidad de un acuerdo sigue siendo latente. El futuro del comercio global y las relaciones entre Estados Unidos y China dependerán de cómo ambas potencias gestionen esta disputa y las negociaciones futuras que puedan surgir.