China anunció este viernes que tomará "todas las contramedidas necesarias" para defender sus derechos e intereses luego de que el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunciara que duplicará los aranceles adicionales a productos chinos, alcanzando un 20 % a partir del 4 de marzo.
El Ministerio de Comercio chino expresó su "firme oposición" a esta medida y acusó a EE.UU. de violar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con aranceles unilaterales que afectan el comercio global. Según Pekín, estas acciones solo aumentarán los costos para empresas y consumidores estadounidenses, además de desestabilizar las cadenas de suministro internacionales.
Trump justificó la subida de aranceles argumentando que China no ha hecho lo suficiente para frenar la entrada de fentanilo a Estados Unidos. El mandatario también anunció impuestos del 25 % a productos de México y Canadá, acusando a ambos países de permitir el tráfico de drogas hacia territorio estadounidense.
China, por su parte, defendió sus políticas contra el tráfico de drogas, asegurando que son de las más estrictas del mundo y que ha cooperado con diversos países, incluido Estados Unidos.
En respuesta a la primera tanda de aranceles de Trump, Pekín impuso tarifas de entre el 10 % y el 15 % a productos estadounidenses, además de establecer controles a la exportación de minerales estratégicos y abrir una investigación contra la empresa tecnológica Google.
Pekín también se ha mostrado en contra de los gravámenes del 25 % impuestos por EE.UU. a la importación de acero y aluminio, materiales que China exporta a otros países como México y Canadá antes de llegar al mercado estadounidense.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había impuesto aranceles a bienes chinos por un valor de 370 mil millones de dólares anuales, lo que generó una fuerte respuesta de Pekín con medidas similares contra exportaciones estadounidenses.
China instó a Washington a buscar soluciones mediante el diálogo y advirtió que tomará medidas si EE.UU. mantiene su postura. La escalada comercial entre ambas potencias amenaza con afectar la estabilidad económica global en los próximos meses.