El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), que agrupa a casi 100 colectivos en el país, pidió este viernes a la presidenta, Claudia Sheinbaum, incluir a las familias en las propuestas gubernamentales para atender la crisis de desapariciones.
Esta solicitud se da tras el hallazgo de un presunto rancho de desapariciones en Teuchitlán, Jalisco.
La organización, considerada la más grande en la búsqueda de personas desaparecidas en México, reconoció la apertura del Gobierno para abordar el problema. Sin embargo, insistió en que la participación de las familias debe ser clave en cualquier estrategia, pues son ellas quienes han liderado las búsquedas durante años.
El llamado del MNDM se suma a la indignación generada por el caso de Teuchitlán. El 8 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores denunció la existencia de un presunto "campo" de reclutamiento del crimen organizado en el Rancho Izaguirre. En el sitio se hallaron cientos de prendas y 400 pares de zapatos que podrían pertenecer a personas desaparecidas.
Ante esta crisis, Sheinbaum anunció que el próximo lunes presentará reformas enfocadas en fortalecer la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). Además, planea crear una base única de información forense y una nueva plataforma federal de identificación humana.
No obstante, Amnistía Internacional (AI) criticó la estrategia del Gobierno, señalando que "carece de un enfoque integral" y que sus medidas no fueron elaboradas en diálogo con colectivos de búsqueda. La organización internacional instó a incluir a las familias y expertos en derechos humanos en el diseño de las políticas.
El MNDM destacó que si bien el tema ha ganado relevancia en las conferencias matutinas de la presidencia, esto no es suficiente. El movimiento propuso una agenda con cinco ejes prioritarios: búsqueda y seguridad, identificación, datos y sistemas de información, bienestar y prevención.
Desde hace una década, el MNDM ha trabajado en la búsqueda de personas desaparecidas y mantiene una red de colectivos en México, Centroamérica y Estados Unidos. Su labor ha sido clave para visibilizar la crisis de más de 120,000 desaparecidos en el país y exigir acciones efectivas por parte del Estado.
Los colectivos seguirán presionando al Gobierno para que sus voces sean escuchadas y para que las nuevas estrategias incluyan un enfoque que realmente atienda la magnitud del problema.