La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha recomendado una estrategia innovadora para ahorrar dinero de manera gradual y sostenible, conocida como el "ahorro hormiga"
Este método, publicado en la Revista del Consumidor en su edición de marzo, consiste en guardar pequeñas cantidades de dinero, como monedas o billetes, que suelen sobrar de los gastos diarios, y que al acumularse pueden representar una suma considerable para enfrentar imprevistos o alcanzar metas financieras.
El ahorro hormiga se basa en la idea de que pequeños esfuerzos diarios pueden traducirse en un ahorro significativo a largo plazo. Para implementarlo, se sugiere definir un lugar específico donde se depositará el dinero, como un bote o alcancía, y tenerlo en un sitio visible para recordar la meta. Puede ser tan simple como guardar monedas de cinco y diez pesos, o billetes de veinte, cincuenta y cien pesos, dependiendo de lo que se pueda desprender diariamente.
Profeco propone fijar una meta de tiempo, ya sea ahorrar solo ciertos días o durante un período determinado. Además, se puede colocar una nota en el contenedor con el objetivo a alcanzar, como un viaje, un curso o una compra específica
Un ejemplo práctico del ahorro hormiga que propone Profeco, es ahorrar una moneda de cinco pesos todos los días. En un mes de treinta días, esto suma cincuenta pesos, y en un año, el ahorro total sería de mil ochocientos veinticinco pesos. Este ejercicio puede ser el inicio para generar el hábito de ahorrar de manera constante.
La Profeco también recomienda no vaciar el contenedor del dinero en poco tiempo, sino dejarlo acumular hasta que se necesite. Llegado el momento, tener ese dinero ahorrado será de gran beneficio.
Al igual que el gasto hormiga, el ahorro hormiga es tan pequeño que no afecta tu bolsillo. Podemos decir que son cantidades que no son un sacrificio, ya que solo apartarás el dinero que te sobra y que no tenías pensado utilizar en algo específico
Además de esta estrategia, la Profeco ha destacado la importancia de evitar los "gastos hormiga", que son pequeñas erogaciones diarias que pueden parecer insignificantes pero que, al sumarse, pueden afectar negativamente las finanzas personales. Estos gastos incluyen compras impulsivas como café, snacks o transporte no planificado. Para controlarlos, se sugiere hacer un presupuesto detallado, evitar compras por impulso y llevar alimentos desde casa para reducir gastos innecesarios.
La Profeco ha sido enfática en promover el ahorro como una práctica habitual que puede transformar pequeñas cantidades en una suma considerable. Al hacer del ahorro hormiga un hábito, las personas pueden enfrentar imprevistos con mayor tranquilidad y alcanzar sus objetivos financieros de manera más eficiente.