Claudia Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia de México, completa este viernes un mes en el cargo marcado por desafíos significativos.
Uno de los principales problemas que ha enfrentado es el aumento de la violencia en varias regiones del país, especialmente en Chiapas y Sinaloa. Además, la controversia por la reciente reforma judicial ha generado tensiones con los trabajadores del Poder Judicial.
La violencia en Chiapas ha sido un tema crítico. El asesinato del Padre Marcelo Pérez, un sacerdote conocido por su labor humanitaria, simboliza la creciente inseguridad en la región. El Padre Marcelo, quien había recibido amenazas previas, fue asesinado el 19 de octubre, lo que ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de las políticas de seguridad en un estado donde los grupos delictivos luchan por el control territorial.
En Sinaloa, la situación es igualmente alarmante. Los conflictos entre los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán y los seguidores de Ismael "El Mayo" Zambada se han intensificado, especialmente desde la captura de Zambada en julio. Estos enfrentamientos han provocado cientos de muertes y una creciente inseguridad que afecta la vida cotidiana de los habitantes de la región, además de tener repercusiones económicas severas.
En respuesta a la violencia, Sheinbaum envió a su secretario de seguridad, Omar García Harfuch, a la zona y aumentó la presencia militar. Sin embargo, los expertos advierten que estas medidas pueden no ser suficientes para abordar la raíz del problema. La situación en Chiapas y Sinaloa ha generado preocupación no solo entre los ciudadanos, sino también entre analistas que cuestionan la eficacia de estas estrategias de seguridad.
Otro reto que enfrenta la presidenta es la polémica reforma judicial impulsada por su administración. Esta reforma, que propone la elección popular de jueces y magistrados, ha sido criticada por trabajadores del Poder Judicial, quienes han iniciado un paro laboral prolongado. Actualmente, más de 13,000 casos judiciales están pendientes debido a esta huelga, lo que ha generado críticas hacia los jueces por recibir sus salarios sin cumplir con sus funciones.
El conflicto ha escalado a tal punto que ha resultado en la dimisión de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, y otros magistrados. A pesar de la aprobación de la reforma, enfrenta numerosos desafíos legales que podrían complicar su implementación. Los jueces han comenzado a alzar la voz, advirtiendo que la reforma podría amenazar la independencia del poder judicial en México.
A pesar de estos desafíos, Sheinbaum ha decidido continuar con las conferencias matutinas, conocidas como "mañaneras", un legado de la administración anterior. Estas sesiones han sido una plataforma para abordar temas de interés nacional y conectar directamente con los ciudadanos. Sin embargo, la presión sobre ella para responder a la creciente violencia y las controversias relacionadas con la reforma judicial será un factor crucial para medir su aprobación y efectividad como presidenta.