La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), emitieron un comunicado conjunto para aclarar la situación sobre la presa La Amistad, en respuesta a rumores sobre extracciones de agua relacionadas con el Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos.
En este comunicado, las autoridades enfatizaron que el reciente aumento en la extracción de agua de la presa La Amistad no está vinculado al cumplimiento del tratado mencionado.
Según Conagua, estas extracciones son parte de una operación ordinaria dentro del sistema de presas La Amistad y Falcón, que tiene como objetivo principal abastecer de agua potable a 13 ciudades y atender al Distrito de Riego 025.
La presa se construyó entre 1963 y 1969, como parte del Tratado de Aguas de 1944. Su objetivo era almacenar agua del río Bravo, prevenir inundaciones, generar electricidad y apoyar la pesca y el turismo
El Tratado de Aguas de 1944 regula la distribución del agua proveniente de ríos que fluyen entre México y Estados Unidos, asegurando un suministro adecuado para ambos países. Este acuerdo establece que México debe entregar 2,158 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo en ciclos de cinco años.
Las autoridades también señalaron que es común realizar transferencias de agua entre presas para garantizar el abasto en el noreste del país. Esto es parte de las prácticas operativas normales que permiten optimizar el uso del recurso hídrico en diferentes regiones.
La presa es uno de los principales lugares para la pesca deportiva, especialmente de lobina y róbalo. También hay especies como pintontle, robaleta, mojarra y bagre, lo que la hace un sitio ideal para quienes disfrutan pescar
Para Complementar
¿Qué pasa si México no cumple con el Tratado de Aguas de 1944?
Si México prioriza el envío de agua a EE.UU., estados como Chihuahua podrían enfrentar escasez para riego, afectando la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Por el contrario, no cumplir podría preservar agua para uso doméstico y agrícola, pero a un costo diplomático elevado.
La CILA, organismo binacional encargado de supervisar el tratado, podría mediar para resolver disputas. Sin embargo, si no se llega a un acuerdo, Estados Unidos podría presionar por medidas más drásticas, como la suspensión de entregas de agua del río Colorado a México, como ocurrió en marzo de 2025 cuando se denegó una solicitud de agua para Tijuana.