El papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 hora Roma en su residencia de la Casa Santa Marta, según informó el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano.
Con 88 años de edad, el pontífice dedicó su vida al servicio de la Iglesia y a la defensa de los más pobres y marginados. Su muerte marca el inicio del periodo de Sede Vacante, mientras el mundo católico se despide de un líder que transformó la diplomacia vaticana y acercó la Iglesia a nuevas regiones del sur y el este global.
Ahora comenzara el vendo de el cónclave es uno de los eventos más importantes de la Iglesia Católica, pues es el momento en que se elige al nuevo Papa, el líder espiritual de los más de mil millones de fieles en todo el mundo
Este proceso está regido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por el Papa Juan Pablo II, que establece reglas claras y un orden específico, para garantizar que la decisión sea tomada con seriedad y sin influencias externas. A continuación, te explicamos en qué consiste el proceso para la elección del nuevo Papa.
La palabra "cónclave" viene del latín cum clave, que significa "con llave". Este término describe perfectamente lo que ocurre: los cardenales de la Iglesia Católica se reúnen en un lugar cerrado y asegurado, literalmente "bajo llave", para elegir al nuevo Papa. Nadie puede entrar ni salir hasta que se tome una decisión. El cónclave sucede cuando la Sede Apostólica queda vacante, es decir, tras la muerte o la renuncia del Papa anterior.
Durante este tiempo, los cardenales deliberan en secreto y solo comunican el resultado al mundo mediante señales de humo: negro si no hay acuerdo y blanco si ya se ha elegido al nuevo Pontífice
Esta tradición de encerrar a los cardenales tiene un origen histórico interesante, aunque con distintas versiones. En el siglo XIII, tras la muerte del Papa Clemente IV, los cardenales en Viterbo, Italia, no lograban ponerse de acuerdo sobre quién sería el próximo Papa.
Frustrado por la demora, el gobernador de la ciudad, Reynir Gatto, decidió encerrarlos en un palacio y no los liberó hasta que eligieron a un nuevo líder. Este acto marcó un precedente, y más tarde, el Papa Gregorio X lo convirtió en una regla oficial de la Iglesia, una práctica que se mantiene hasta hoy.
No todos los cardenales tienen el derecho de participar en la elección del Papa. Según las normas de la Iglesia, sólo pueden votar los cardenales electores de la Santa Iglesia Romana que tengan menos de 80 años al momento en que la Sede Apostólica queda vacante.
Esto significa que si un cardenal cumple 80 años después de la muerte o renuncia del Papa, pero antes de que empiece el cónclave, todavía puede participar. Sin embargo, el número total de cardenales electores no puede superar los 120, una regla establecida para mantener el proceso manejable y efectivo.
Tras la vacante de la Sede Apostólica, el cónclave no comienza de inmediato. Según las reglas, debe iniciar 15 días después, aunque los cardenales pueden retrasarlo hasta un máximo de 20 días si hay razones importantes
Es importante mencionar que, durante el periodo de sede vacante, el cardenal camarlengo tiene la responsabilidad de cumplir con los rituales establecidos por la iglesia en caso del fallecimiento de un sumo pontífice, así como de convocar al cónclave para la elección de un nuevo papa.
El día del comienzo, los cardenales electores asisten a una misa matutina especial para prepararse espiritualmente. Luego, se reúnen en la Capilla Sixtina, un lugar icónico dentro de la Ciudad del Vaticano donde se han celebrado los cónclaves desde 1858.
La elección se realiza exclusivamente dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en espacios específicos que están cerrados a cualquier persona que no forme parte del proceso. Esto asegura que los cardenales y el personal autorizado puedan trabajar y hospedarse sin interrupciones ni influencias externas. Aunque la Capilla Sixtina es el lugar tradicional para las votaciones, no hay ningún escrito que menciona este lugar en específico.
Aunque originalmente se decretó que los cardenales comerían solo una vez al día si el cónclave duraba más de tres días, hoy en día esta regla no se aplica. Los cardenales no pasan hambre, aunque no disfrutan de comidas suntuosas
El proceso para elegir al Papa ha cambiado con el tiempo. Antes, había tres formas de hacerlo: por aclamación (todos los cardenales acordaban de manera espontánea), por compromiso (un pequeño grupo decidía por todos) y por escrutinio (votación secreta).
Sin embargo, desde la promulgación de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, solo el escrutinio es válido. Esto significa que cada cardenal vota de forma individual y secreta, escribiendo el nombre del candidato en una papeleta.
Se realizan dos votaciones cada día, aunque si el cónclave empieza por la tarde, ese día solo hay una. Para que un cardenal sea elegido Papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos.
Si después de 24 votaciones (aproximadamente ocho días) no se llega a un acuerdo, los cardenales pueden decidir por mayoría absoluta cómo continuar, pero nunca se elimina el requisito de que el elegido tenga al menos la mitad más uno de los votos para que la elección sea válida.
Una de las tradiciones más conocidas del cónclave es la "fumata", el humo que sale de una chimenea en la Capilla Sixtina tras cada votación
Después de contar los votos, las papeletas se queman en una estufa especial. Si no se ha elegido al Papa, se añade paja húmeda para producir humo negro, lo que indica que el proceso sigue. Cuando se logra el acuerdo, se usa paja seca para generar humo blanco, anunciando al mundo que hay un nuevo Papa. Este sistema permite que las personas reunidas en la Plaza de San Pedro, y los fieles en todo el mundo, sepan el resultado sin necesidad de palabras.
Además de la tradición de la fumata, otro aspecto importante del cónclave es su duración, no hay un tiempo fijo para el cónclave; puede durar desde unas pocas horas hasta varias semanas, dependiendo de cuánto tarden los cardenales en ponerse de acuerdo.
En la historia, ha habido casos extremos. Por ejemplo, en el siglo XIII, la Iglesia estuvo sin Papa durante un año y medio antes de elegir a Inocencio IV Sin embargo, en tiempos modernos, los cónclaves suelen ser más cortos. El último que duró más de cinco días fue en 1831, cuando la elección del Papa Gregorio XVI tomó 54 días.
El cónclave que eligió a Gregorio X en 1268 duró casi tres años, desde noviembre de 1268 hasta septiembre de 1271. Esto llevó a cambios significativos en las reglas del cónclave, como el encierro de los cardenales y la limitación de alimentos si el proceso se prolongaba.
Cuando un cardenal obtiene al menos dos tercios de los votos en el cónclave, el Cardenal Decano, la máxima autoridad entre los electores, le pregunta si acepta el nombramiento como Papa. Si responde afirmativamente y ya es obispo, en ese instante adquiere plena autoridad sobre la Iglesia Católica.
A continuación, se le pregunta qué nombre desea adoptar, siguiendo una tradición que simboliza su identidad como líder. Los nombres más comunes entre los pontífices han sido Juan (23 veces), seguido de Gregorio y Benedicto (16 veces cada uno). Solo dos papas han optado por un nombre compuesto: Juan Pablo I y Juan Pablo II.
En caso de que el elegido no sea obispo, primero debe recibir la ordenación episcopal antes de asumir el papado
Después de aceptar, los cardenales se acercan a rendirle homenaje y prometerle obediencia. Poco después, el Cardenal Protodiácono, el diácono de mayor rango, aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y proclama al mundo: "¡Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!" (Nuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!). A continuación, el nuevo Papa sale al balcón y da su primera bendición, conocida como Urbi et Orbi, que significa "a la ciudad y al mundo".
Si el elegido no está en el Vaticano, se siguen reglas especiales para llevarlo allí y completar el proceso. Más tarde, en una ceremonia en la Archibasílica de San Juan de Letrán, asume oficialmente su papel como Papa