Vecinos de la colonia Centro en la alcaldía de Cuauhtémoc afirmaron que prácticamente ningún día sufrieron del desabasto total del agua y que si bien en su casa hay cisterna, ésta nunca tuvo una baja significativa, pues por ratos siguió cayendo el agua.
De cualquier manera, nos dijo el señor Mario, quien encabeza una familia compuesta por su esposa y dos hijos, mujer y hombre, desde días antes se prepararon para enfrentar de la mejor manera la contingencia, procurando no desperdiciar el agua para que la cisterna mantuviera un buen nivel.
Desde su punto de vista, la información sobre el mega corte del suministro de agua se exageró, aunque ayudó a tomar conciencia de que debemos cuidar el vital líquido.
Relató que en su familia se acordó no lavar ropa durante estos días y bañarse lo más pronto posible, sin dejar abierta la regadera cuando se estaban enjabonando, lo que, indicó, se debe hacer siempre y no sólo cuando hay amenaza de corte del suministro.
Asimismo, recomendó utilizar una tina de agua para meter los trastes después de enjabonarlos, para después meterlos en otra de agua limpia para enjuagarlos; sin descontar poner una cubeta de agua junto a la regadera cuando uno se está bañando, pues se puede reutilizar para el excusado.
En Santa María la Ribera tampoco se sintió tanto el mega corte de suministro de agua, dijo Jaime, quien junto con su esposa y sus dos hijos, también mujer y hombre de 17 y 12 años, respectivamente, juntaron agua en tres tambos grandes que compraron para la ocasión.
Además, llenaron todas las cubetas y envases grandes que tenían a la mano, pero hasta ahora no ha sido necesario utilizarlas, pues el suministro de agua ha sido más o menos regular.
Sin embargo, consideró que no hay que confiarse, pues aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya anunció que inició la entrega en bloque del vital líquido, hay que esperar a que el sistema de la Ciudad de México se llene para que reinicie el suministro normal del agua.
Por otro lado, en la colonia Buenavista, la señora Gloria aseguró que sí les pegó duro el desabasto de agua, porque ni en la llave de paso de la vecindad cae una sola gota de agua, por lo que están atentos al paso de las pipas para volverse a abastecer de agua.