El mundo del cine está de luto. David Lynch, reconocido director y creador de universos cinematográficos únicos, falleció este jueves 16 de enero de 2025 a los 78 años, según confirmó su familia a través de su página oficial de Facebook.
"Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran agujero en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero", señaló el emotivo comunicado.
El mensaje, acompañado de la frase "Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules todo el camino", dejó entrever el profundo impacto de su partida tanto para sus seres queridos como para sus seguidores en todo el mundo. Lynch llevaba tiempo enfrentando problemas de salud derivados de un enfisema, causado por su largo historial de consumo de tabaco.
Considerado uno de los cineastas más influyentes de todos los tiempos, Lynch transformó el panorama del cine con su estilo único y visionario, caracterizado por su fusión de lo surrealista con lo cotidiano, lo fantástico con lo perturbador. Su capacidad para crear atmósferas extrañas, que desafiaban la lógica y profundizaban en los rincones más oscuros de la mente humana, lo convirtieron en una figura icónica del séptimo arte.
Entre sus obras más emblemáticas se encuentran películas como Eraserhead (1977), su primera película que marcó el inicio de su carrera, Blue Velvet (1986), una de las más aclamadas por la crítica, Mulholland Drive (2001), considerada por muchos como una obra maestra moderna, y Lost Highway (1997), un relato cargado de misterio y oscuridad. Además, la serie de televisión Twin Peaks (1990-1991, con una continuación en 2017) consolidó su legado como narrador audaz e innovador.
A lo largo de su trayectoria, Lynch no solo dirigió, sino que también exploró otros campos creativos, como la música, la pintura y la escritura, ampliando los límites de la expresión artística. Su particular visión del mundo le valió múltiples premios, incluyendo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y un Oscar honorífico por su contribución al cine.
La partida de David Lynch deja un vacío irremplazable en la industria cinematográfica. Sin embargo, su legado perdurará en cada uno de los mundos que creó, recordándonos que, en sus palabras, siempre es posible encontrar "sol dorado y cielos azules todo el camino".