El derrocado presidente sirio Bashar al Assad y su familia se encuentran en Moscú, ya que recibieron asilo por "razones humanitarias" en Rusia, confirmaron fuentes del Kremlin a las agencias rusas Tass, Interfax y Sputnik.
Rusia, informó que siempre ha abogado por la búsqueda de una solución política de la crisis siria y considera necesario reanudar las negociaciones bajo los auspicios de la ONU.
Los funcionarios rusos se mantienen en contacto con representantes de la oposición armada siria, cuyos líderes garantizaron "la seguridad de las bases militares e instituciones diplomáticas rusas en Siria".
Moscú espera que prosiga el diálogo político en aras de los intereses del pueblo sirio y del desarrollo de las relaciones ruso-sirias.
El pasado 27 de noviembre, una amplia coalición de grupos armados de la oposición siria lanzó una ofensiva sorpresa a gran escala contra el Ejército regular desde el noroeste.
En menos de dos semanas, las fuerzas antigubernamentales se hicieron con el control de varias ciudades importantes como Alepo, Hama y Homs y entraron el domingo en la capital, Damasco, donde proclamaron la caída del Gobierno de Bashar Asad.