En su informe trimestral más reciente, el Banco de México (Banxico) ajustó al alza su previsión de crecimiento económico para 2024, elevando la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.5% a 1.8%
El ajuste realizado por Banxico refleja una mejora en la actividad económica observada durante el tercer trimestre del año, en el cual el crecimiento superó las expectativas previas. Este incremento estuvo impulsado principalmente por el desempeño positivo de los sectores primario, secundario y terciario, destacando el sector primario, que incluye actividades como la agricultura, ganadería y pesca.
El nuevo pronóstico de crecimiento se presenta dentro de un rango de entre 1.6% y 2.0% para todo el año, lo que refleja una expectativa más precisa debido a la mayor información disponible. Este ajuste surge luego de tres revisiones previas a la baja, lo que indica que la economía muestra señales de recuperación después de un inicio de año caracterizado por un bajo desempeño.
Para 2025, Banxico espera una expansión más modesta del PIB, con un crecimiento de 1.2%
Esta cifra se mantiene sin cambios respecto a la estimación anterior, a pesar de la incertidumbre sobre la inversión privada y los efectos de las políticas internas y externas. Entre los riesgos que podrían afectar la economía mexicana se destacan la desaceleración de la demanda externa, particularmente de Estados Unidos, y posibles cambios en las políticas comerciales que podrían impactar negativamente las exportaciones de México.
A largo plazo, para 2026, el pronóstico es más optimista, con un crecimiento estimado entre 1% y 2.6%, con una expectativa puntual de 1.8%. La recuperación dependerá en gran parte de factores como el consumo privado y la inversión interna. Sin embargo, Banxico advierte que el escenario futuro está marcado por la incertidumbre, ya que la demanda externa podría verse afectada por la evolución de la economía estadounidense y otros factores geopolíticos.
A pesar de este panorama, el Banco de México se mantiene optimista en cuanto a las perspectivas de inflación, que se espera se mantenga alrededor del 3% hacia finales de 2025. Las autoridades monetarias también han señalado que el ritmo moderado del crecimiento estará respaldado por un consumo privado que se espera sea más dinámico, aunque los efectos del gasto público se verán limitados por las políticas fiscales anunciadas para 2025.
El informe también destacó que las proyecciones están sujetas a riesgos a la baja, ya que factores como el ambiente incierto en las políticas estadounidenses y el comportamiento de la inversión interna podrían afectar el desempeño económico. A pesar de ello, el banco central confía en que el crecimiento será moderado pero constante a lo largo del periodo proyectado