Con el cambio de Jefaturas Delegacionales a Alcaldías, dispuesto en la nueva Constitución de la Ciudad de México, también llegará la figura de los concejales emanados de diversas fuerzas políticas, que los cuales deberán fungir como vigilantes de la nueva administración, en especial los pertenecientes a los partidos opositores.
Aunque se dispone que el número de concejales podría ser de hasta 15 según el grueso de la población de cada demarcación, por única ocasión, todas las alcaldías tendrán 10 concejales, seis de un mismo partido escogidos por default cuando se eligió alcalde -el pasado 1 de julio- y cuatro restantes de otros partidos por representación proporcional.
Aunque la ciudadanía pudiera creer que los concejales son un pretexto más para desperdiciar el dinero y robustecer la burocracia, se trata de una figura necesaria para tener un contrapeso en la administración y más aún cuando se trata de un partido contrario al que ganó la elección, señaló en entrevista con Notimex, Raúl Paredes Peña, concejal panista en Miguel Hidalgo.
"La idea nació en el debate de la Asamblea Constituye para que las nuevas administraciones denominadas alcaldías pudieran tener un contrapeso y que no solamente el nuevo encargado de la política de una demarcación territorial tuviera el control total", explicó.
El panista, que durante la conformación de la Constitución de la CDMX se desempeñó como asesor del Diputado Constituyente Santiago Creel, comentó que las oficinas de los concejales podrían estar dentro de las mismas alcaldías, mientras que su sueldo será cinco veces menor al del alcalde o alcaldesa.
"No es robustecer, es ser vigilantes de la administración; alguien que esté fiscalizando, vigilando y que denuncie lo que está mal. El presupuesto de los concejales no es ni siquiera el de un subdirector de área de la subdirección y no deberá estar pasando de un sueldo de 20 mil pesos", confesó.
Sostuvo que, aunque la figura del concejal fue pensada "un poco" en la del regidor de las presidencias municipales en los estados, la diferencia es que los primeros no podrán ejercer el presupuesto de forma directa para hacer labores de la administración pública. "En otros municipios incluso hasta los mismos regidores asignan recursos de obra y checan los contratos, aquí no vamos a tener esa oportunidad y lo veo sano porque no te contaminas", expresó.
Indicó que una de las grandes tareas de los concejales será estar al pendiente de la fiscalización y el destino de los recursos, "porque hoy una de las facultades de la alcaldía es aprobar el presupuesto de egresos, entonces vamos a ver en qué se va a gastar cada peso y cada centavo".
Entre sus tareas tendrán que aprobar los Programas de Gobierno presentados por las alcaldías. "En Miguel Hidalgo, por ejemplo, estaremos muy pendientes de construcciones irregulares y los cambios de uso de suelo. Antes la SEDUVI era la que hacía el programa y la asamblea lo aprobaba; ahora la alcaldía presentará los proyectos y nosotros en el consejo los debatiremos y los aprobaremos".
Capacitador y Formador Nacional del PAN desde 2001, quien ha sido asesor en la Cámara de Diputados en la Comisión de Gobernación detalló que aunque las votaciones entre concejales podrían estar divididas entre seis a cuatro, en el caso de Miguel Hidalgo los panistas mantendrán debates incluso ante medios de comunicación, para generar voces que eviten injusticias.
"Si el alcalde propone cosas innovadoras, buenas y de ayuda no tendría por qué preocuparse. Vamos a estar muy al pendiente de cómo se utilizan los recursos, tenemos que ser una especie de vigilantes del presupuesto y de que no regrese la corrupción a Miguel Hidalgo, y yo así me asumo como un vigilante de la próxima administración", enfatizó.
Paredes Peña, quien formó parte de la planilla de Magui Fisher para Miguel Hidalgo, será parte de los tres concejales del PAN, uno del PRI y seis de Morena, partido que ganó la alcaldía en la demarcación.
Los alcaldes de cada una de las demarcaciones tomarán protesta a los 160 Concejales de la Ciudad de México el próximo primero de octubre.