Por primera vez en su historia, el tribunal del Vaticano enjuicia a dos sacerdotes de manera pública, a uno por violar a un monaguillo en el seminario juvenil y a otro, quien era rector en aquellos años, por encubrir el hecho. Hoy comparecieron ante el tribunal penal de la Santa Sede.
La primera audiencia, presidida por el magistrado Giuseppe Pignatone, experto en mafia y fichaje reciente del Papa para atajar algunos de los problemas que arrastra la Santa Sede, fue corta, pero sentó las bases de las vistas que vendrán.
Los abusos ocurrieron entre 2007 y 2012.
El caso concierne al mundo enclaustrado del seminario juvenil San Pío X, un palacio intramuros que se encuentra al otro lado de la calle de la residencia del papa Francisco y el propio tribunal.
El seminario, dirigido por una asociación religiosa con sede en Como, Italia, es una residencia de varones de 12 a 18 años que sirven de monaguillos en las misas papales en la Basílica de San Pedro.
Según el acta judicial, el padre Gabriele Martinelli, de 28 años, está acusado de abusar de su autoridad de seminarista mayor para obligar a la víctima a realizar "actos carnales" de sodomía y masturbación por medio de violencia y amenazas.
El antiguo rector, padre Enrico Radice, está acusado de ayudar a Martinelli a evadir la investigación al decirle al obispo que las denuncias de la víctima eran infundadas y a los fiscales del Vaticano que no tenía conocimiento de abusos sexuales en el seminario.
La próxima audiencia se realizará el 27 de octubre, los acusados deberán declarar.