Las empresas han logrado recuperarse financieramente tras el impacto económico de la pandemia de Covid-19, volviendo a niveles de solidez que no se observaban desde antes de la crisis sanitaria, de acuerdo con un informe de Moody's
El análisis de Moody's, titulado "Destinos divergentes: recuperación crediticia y secuelas persistentes tras covid-19", señala que la calidad crediticia promedio de las empresas ha repuntado a niveles pre-pandemia. Las métricas agregadas, como el apalancamiento y la cobertura de intereses, han regresado a los niveles de 2019, a pesar del incremento en las tasas de interés.
Esta mejoría se atribuye en gran medida a las intervenciones gubernamentales y a la rápida normalización de las actividades económicas una vez superada la etapa más crítica de la pandemia
Algunos sectores experimentaron cambios estructurales que dejaron secuelas persistentes, lo que indica que la recuperación no ha sido uniforme para todos los negocios. Por ejemplo, las empresas con calificaciones de grado especulativo fueron más vulnerables a las pérdidas de ingresos, la interrupción de la cadena de suministro y la inestabilidad de los mercados financieros debido a una liquidez más débil, modelos de negocio más riesgosos y mayores riesgos de refinanciamiento.
Por otro lado, las empresas con grado de inversión fueron capaces de invertir en crecimiento, fortalecer sus posiciones competitivas y ganar participación de mercado a costa de empresas en quiebra. Esto demuestra que la pandemia aceleró las tendencias existentes, beneficiando a las empresas más sólidas y perjudicando a las más débiles.
Moody's también destacó que la pandemia aceleró el auge de las redes sociales y la publicidad digital, lo que presionó a los medios de difusión tradicionales
Las tiendas minoristas tradicionales también lucharon contra el crecimiento acelerado del comercio electrónico, lo que obligó a muchas a cerrar sus puertas o adaptarse a un nuevo entorno minorista.
Además, las ganancias de aerolíneas y cruceros se vieron impulsadas por un aumento de la demanda posterior a la pandemia, pero la deuda contraída durante ese período debilitó sus métricas crediticias.