La Casa Blanca alegó hoy que la separación de menores de sus padres inmigrantes es consecuencia de la falta de espacio en los centros de detención para mantener unidas a las familias.
La asesora presidencial, Kellyanne Conway, insistió empero que la situación deberá ser resuelta con cambios en las leyes y negó que la nueva política esté siendo utilizada para presionar a los demócratas a sentarse en la mesa de negociación.
"Los demócratas están reteniendo los fondos para expandirlos. El presidente tiene un plan migratorio de 70 puntos y esto fue incluido ahí, y expande al doble la capacidad de los centros de detención, contrata más agentes del ICE. No tenemos la capacidad", insistió.
En entrevista en el programa "Meet the Press" de la cadena televisiva NBC, Conway evitó empero aludir que la separación es parte de la política de "cero tolerancia", la cual ha dado como resultado que entre abril y mayo casi dos mil menores hayan sido separados de sus padres.
En cambio dijo que como madre y católica, y "alguien que tiene conciencia, te diría que a nadie le gusta esta política".
En el mismo programa, el congresista demócrata Adam Schiff calificó la política de inmoral y dijo que la situación hace imperativo trabajar para atender la violencia en los tres países de Centroamérica que son punto de origen de la mayor parte de estas familias.
"Necesitamos trabajar con nuestro vecino del sur, México, para manejar esta crisis. Esto no puede ser resuelto con tuits de enojo o usando a estas familias para tomar ventaja", apuntó.
El demócrata por California reconoció que dado que este será un año electoral por los comicios legislativos de noviembre, será difícil aprobar una iniciativa de reforma migratoria amplia, "pero mientras tanto, no separemos a estas familias".
El presidente Donald Trump sugirió ayer sábado que la política se mantendrá en pie hasta que los demócratas accedan a aprobar cambios en las leyes, así como fondos para la construcción de su propuesto muro en la frontera con México.
La senadora republicana por Maine, Susan Collins, dijo que la separación es inconsistente con los valores de este país y desestimó que la práctica vaya a tener el efecto disuasivo que la administración Trump busca.
"Lo que la administración ha decidido hacer es separar a niños de sus padres para tratar de enviar el mensaje de que si cruzan la frontera, sus hijos van a ser separados de ustedes. Eso traumatiza a los niños, que son víctimas inocentes", dijo en el programa ?Face the Nation? de la cadena CBS.
La crisis humanitaria derivada de esta práctica fue abordado también por el expresidente Bill Clinton, quien en un mensaje en Twitter dijo que estos niños "no deberían ser usados como una herramienta de negociación".