Violentos enfrentamientos estallaron hoy en el centro de esta capital entre policías antidisturbios y nacionalistas griegos, que se oponen al acuerdo entre Grecia y Macedonia para cambiar el nombre del vecino país a República de Macedonia del Norte.
Miles de manifestantes se reunieron este domingo en la Plaza Syntagma de Atenas para expresar su rechazo al llamado Acuerdo de Prespa, que será votado esta semana por el Parlamento griego para poner fin a más de 28 años de disputa entre los dos países por el nombre de Macedonia.
La disputa se remonta a 1991 y a la desintegración de Yugoslavia, cuando una república yugoslava se convirtió en una nación independiente, adoptando el nombre de Macedonia, el mismo que llevaba una región del norte de Grecia, lo que ha provocado rechazo e ira entre muchos nacionalistas.
Desde muy temprano, cientos de autobuses, procedentes principalmente del norte de Grecia, comenzaron a llegar a Atenas, repletos de manifestantes que participarían en un mitin cerca del Parlamento para expresar su rechazo al Acuerdo de Prespa.
Según estimaciones de la Policía, el número de manifestantes alrededor del mediodía era ya de unos 60 mil manifestantes, mientras que los organizadores de la manifestación aseguraron que más de 100 mil personas estaban ya en la Plaza Syntagma para el mitin.
Al inicio de la protesta, los manifestantes expresaron en calma su rechazo al cambio de nombre de Macedonia, pero minutos después algunos se enfrentaron con policías antidisturbios en los escalones que llevan al edificio del Parlamento, lanzándoles piedras, bombas incendiarias, pintura y otros objetos.
En respuesta, la Policía usó gases lacrimógenos para alejar a los manifestantes e impedir su acceso hasta la céntrica plaza capitalina Syntagma para llevar acabo su mitin y protesta contra el Prespa, según un reporte de la edición electrónica del diario Greek Reporter.
Videos e imágenes publicado por los manifestantes en las redes sociales muestran a miembros de la fuerza policial que custodiaba el Parlamento griego, lanzados los gases lacrimógenos para hacer retroceder a los manifestantes, quienes lanzaron objetos contra ellos e intentaron ingresar al Parlamento.
Entre las imágenes, destaca la de un sacerdote que se cubre la cara con la bandera griega, mientras que cerca dos monjas tienen problemas para respirar debido al uso excesivo de gases lacrimógenos por parte de la Policía, y las de paramédicos ayudando a un anciano.
Antes de los enfrentamientos, los manifestantes mostraron su oposición a la próxima votación parlamentaria sobre el acuerdo alcanzado entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) en julio de 2018, que será ratificado esta semana, y exigieron un referéndum.