El sector pesquero mexicano atraviesa una gran crisis debido a la Covid-19, y ahora podría enfrentarse a nuevas restricciones comerciales por parte de Estados Unidos, para la exportación de sus productos, debido a la nula actuación del gobierno de México para salvar a la vaquita marina de la extinción, 17 estados costeros podrían verse afectados.
Si esto llega a suceder sería un gran golpe al bolsillo de los pescadores, ya que el 44.2 por ciento de la pesca de exportación de México va para el mercado de Estados Unidos, que es nuestro principal comprador. Entre lo que se vende encuentra: camarón, atún, langosta, pulpo, jaiba y almeja con un valor superior a 633 millones de dólares anuales, de acuerdo con Boletín de Comercio Exterior de Acuacultura y Pesca 2018.
Las organizaciones defensoras del medio ambiente, Centro para la Diversidad Biológica y el Instituto de Bienestar Animal tratan de forzar a la administración de Donald Trump a tomar una decisión sobre su demanda interpuesta desde 2014, para prohibir la compra de todos los pescados y mariscos capturados en México, con base en la llamada Enmienda Pelly.
La directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica Sarah Uhlemann, dice que el Gobierno de México está sentado de brazos cruzados mientras la vaquita marina muere ahogada en las redes de pesca ilegales para capturar Totoaba.