Unos 10 mil ciudadanos franceses se manifestaron hoy bajo la lluvia desde la Plaza de la Nación hasta la Bastilla, organizados en un nuevo movimiento llamado "pañuelos rojos", que cuestiona los disturbios ocurridos en las recientes manifestaciones de los "chalecos amarillos".
El movimiento exigió el fin de la violencia y pidió respeto para las instituciones democráticas francesas durante la llamada "Marcha republicana de las libertades", en la cual los manifestantes gritaban "sí a la democracia, no a la revolución", y donde pudieron verse tanto banderas francesas como algunas europeas.
La policía de París informó que en un principio la marcha iba manifestarse a favor del presidente de Francia, Emmanuel Macron, pero posteriormente fue en defensa de las instituciones y el retorno a la calma en el país. Durante el desfile también hubo camisetas con mensajes como "Me gusta mi república" o "Alto a la violencia".
Laurent Soulié, ingeniero de Toulouse de 51 años y organizador de la marcha, afirmó que los "pañuelos rojos" responden a un llamado de la "mayoría silenciosa que está oculta en su casa desde hace 10 semanas", y que este domingo se animó a salir a manifestarse, y que cumplió con las expectativas de afluencia de los organizadores.
Las manifestaciones de los "chalecos amarillos", realizadas todos los sábados en todo el territorio francés para protestar contra la política social y fiscal del gobierno, han desembocado en incidentes violentos y en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el lema de la marcha, el desfile de los 'pañuelos rojos' no se manifiesta en contra los "chalecos amarillos", pero tampoco apoya al presidente Emmanuel Macron, sino que defiende de forma más amplia la República.
A pesar de que el partido de Macron, La República en Marcha (LRM), se mantiene al margen frente a esta iniciativa, se informó que unos 20 diputados y seis senadores afiliados al partido participaron en la manifestación.