El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó este viernes que el Gobierno mexicano ha logrado debilitar al Cártel de Sinaloa, una organización criminal fundada por Ismael 'El Mayo' Zambada y Joaquín 'El Chapo' Guzmán, ambos actualmente encarcelados en Estados Unidos.
Desde el inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum, el pasado 1 de octubre, se han intensificado los operativos en el estado de Sinaloa, enfocados en reducir la violencia generada por las facciones de Los Chapitos y La Mayiza.
"Sí, por supuesto", respondió García Harfuch cuando se le preguntó sobre los avances en el debilitamiento de estos grupos delictivos. El funcionario destacó que, aunque la violencia persiste, los homicidios han disminuido de manera significativa en el estado. "Ha habido días en Sinaloa con cero homicidios (...) Ayer, lamentablemente hubo cinco, pero antier fue uno y el día previo tres. Definitivamente ha habido un avance", explicó.
Entre las acciones destacadas por el secretario, mencionó la detención de casi 50 objetivos prioritarios y el aseguramiento de 400 vehículos y más de 600 armas de alto poder. Estas cifras reflejan el esfuerzo por desarticular las células criminales responsables de la violencia en la región.
El estado de Sinaloa ha sido escenario de una escalada violenta desde septiembre, con cerca de 600 asesinatos registrados desde el 9 de ese mes. La violencia está vinculada a la guerra interna entre las principales facciones del Cártel de Sinaloa, Los Mayos y Los Chapitos, tras la entrega en julio de Joaquín Guzmán López, hijo de 'El Chapo', a las autoridades estadounidenses.
García Harfuch reconoció que el conflicto entre las facciones sigue generando retos para la seguridad en Sinaloa. Sin embargo, subrayó que los operativos están enfocados en desarticular a los grupos más violentos y seguirán reforzando la estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal.
La administración de Claudia Sheinbaum se ha comprometido a enfrentar a los grupos criminales que operan en el país, con un enfoque particular en aquellos que generan mayor violencia. Los avances en Sinaloa son, según García Harfuch, un ejemplo del impacto positivo que estas acciones pueden tener en la reducción de los índices delictivos.
Aunque los resultados muestran progresos, las autoridades reconocen que aún queda mucho por hacer para garantizar la paz y la seguridad en una región marcada por décadas de actividades criminales. El objetivo, afirmó el secretario, es consolidar una estrategia que permita no solo debilitar a las organizaciones delictivas, sino también mejorar la calidad de vida de las comunidades afectadas por la violencia.