La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se comprometió este miércoles a seguir colaborando con la Iglesia católica, a pesar de las críticas que esta institución religiosa ha hecho a la política de seguridad del Gobierno mexicano, especialmente ante el creciente número de sacerdotes asesinados en el país.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que la colaboración con la Iglesia se da en el marco del programa 'Sí al desarme, sí a la paz', que comenzó el pasado viernes en la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Este programa busca canjear armas de fuego por dinero en efectivo sin investigar a los ciudadanos.
"Es una coordinación que hacemos en particular con la Iglesia católica, y que nos ayuda a dar resultados y a buscar un lugar en donde estemos de acuerdo", afirmó Sheinbaum. La mandataria subrayó que, aunque la Iglesia ha expresado su desacuerdo con algunas políticas del Gobierno a través de sus diferentes instancias, la colaboración en este programa ha sido fundamental para avanzar en la paz.
Las críticas de la Iglesia católica comenzaron desde la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, especialmente tras el asesinato de sacerdotes en los estados de Chihuahua y Chiapas, en las fronteras norte y sur del país. En ese contexto, la Iglesia cuestionó la estrategia de seguridad del Gobierno, lo que provocó diferencias con el Ejecutivo, particularmente en relación con el diagnóstico de la violencia que afecta al país.
Sheinbaum recordó que, durante su campaña electoral, tuvo un enfrentamiento con la jerarquía católica debido a la visión que tenían sobre la violencia. "Yo no estaba de acuerdo con la visión que presentaban, como si el Gobierno no hubiera hecho nada", señaló, refiriéndose a la crítica que señalaba la inacción del Ejecutivo ante la ola de violencia que dejó más de 196.000 asesinatos en el sexenio de López Obrador.
A pesar de las diferencias, la presidenta aseguró que el Gobierno mexicano seguirá trabajando con la Iglesia católica y otras instituciones religiosas en temas de interés común, como el desarme. Sheinbaum, de origen judío aunque no practicante, defendió la separación entre la Iglesia y el Estado, pero insistió en que este acuerdo de colaboración refleja la importancia de coordinarse con todos los sectores de la sociedad para alcanzar la paz.
El programa 'Sí al desarme, sí a la paz' es uno de los esfuerzos clave en la actual administración para reducir la violencia armada en el país. La colaboración con las iglesias, como parte de esta iniciativa, busca involucrar a la ciudadanía en la construcción de un entorno más seguro. Sheinbaum también mencionó que, aunque el acuerdo inicial se ha firmado con la Iglesia católica, el objetivo es extender la colaboración a otras religiones y organizaciones de la sociedad civil.
Este esfuerzo refleja la importancia que el Gobierno mexicano le otorga a la paz y a la participación de todos los sectores sociales para abordar los desafíos de seguridad en el país. La presidenta concluyó que la coordinación con las iglesias y otras entidades será crucial para continuar avanzando en el proceso de desarme y en la búsqueda de la paz.