El grupo islamista Hamás calificó de "racista" la reciente propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió desplazar a los gazatíes de la Franja de Gaza y "liquidar" la causa palestina. Estas declaraciones han generado un fuerte rechazo internacional y han avivado las tensiones en una región ya marcada por décadas de conflicto.
El martes, Trump afirmó que los palestinos no tienen otra alternativa que abandonar Gaza, argumentando que el lugar es "inhabitable" debido a la devastación provocada por los enfrentamientos recientes. En su intervención desde la Casa Blanca, el mandatario sugirió que Jordania y Egipto podrían acoger a los palestinos desplazados, agregando que "estarían encantados" de vivir en un lugar "bonito con bonitas fronteras".
Ante estas declaraciones, Abdul Latif al Qanou, portavoz de Hamás, destacó la resistencia del pueblo palestino durante los últimos 15 meses de conflicto, asegurando que no aceptarán el plan de Trump "sin importar el coste".
Qanou acusó a Estados Unidos de alinearse con la extrema derecha israelí para intentar desplazar a los palestinos y eliminar su causa. Además, hizo un llamado a la comunidad internacional para rechazar la propuesta y defender el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.
Por su parte, Sami Abu Zuhri, otro alto dirigente de Hamás, calificó las palabras de Trump como "una receta para crear caos y tensión en la región". Según Zuhri, el verdadero objetivo debe ser poner fin a la ocupación israelí y la agresión contra el pueblo palestino, en lugar de intentar expulsarlos de su tierra natal.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, también rechazó enérgicamente la propuesta, recordando que Gaza es una "parte integral" del Estado palestino. Abás insistió en que cualquier solución para la región debe respetar la soberanía palestina y el derecho de su pueblo a vivir en su tierra.
Desde la perspectiva del derecho internacional, Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, advirtió que "toda deportación o traslado forzoso de personas desde un territorio ocupado está estrictamente prohibida". En un comunicado, Türk subrayó que la autodeterminación es un principio fundamental que debe ser protegido por todos los Estados, recordando la reciente postura de la Corte Internacional de Justicia sobre este tema.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de ocupación prolongada por parte de Israel, que desde 1967 ha construido alrededor de 160 asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este, donde residen más de 700 mil colonos. Además, Israel reclama la soberanía total sobre Jerusalén, incluyendo la parte oriental, ocupada militarmente desde la guerra de ese año y anexionada de forma unilateral en 1980.
Mientras tanto, la comunidad internacional continúa instando a la reanudación de los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto, liberar a los rehenes y prisioneros detenidos de forma arbitraria, y garantizar la paz y la seguridad tanto para palestinos como para israelíes, sobre la base del respeto a los derechos humanos y al derecho internacional.
Con información de EFE.