Este jueves 30 de enero, Hamás liberó a ocho rehenes como parte de un acuerdo de alto al fuego en la Franja de Gaza, una medida que generó tanto esperanza como controversia.
La entrega, que se llevó a cabo en medio de una multitud ruidosa, provocó protestas por parte de Israel debido a la caótica situación. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha exigido garantías de seguridad para las próximas liberaciones, después de que el proceso se viera interrumpido por la agitación en las calles.
De los ocho rehenes liberados, siete fueron entregados en la ciudad sureña de Jan Yunis, frente a la casa destruida del líder de Hamás, Yahya Sinwar. En la misma área, miles de personas se agolpaban, creando un ambiente caótico. Las imágenes mostraron a Arbel Yehoud, una rehén de 29 años, siendo apresurada a través de la multitud mientras militantes enmascarados la empujaban, lo que generó una reacción indignada de las autoridades israelíes.
Entre los otros liberados estaban Gadi Moses, un hombre israelí de 80 años, y varios trabajadores tailandeses, que habían sido secuestrados durante el ataque de Hamás en octubre de 2023.
El alto al fuego tiene como objetivo aliviar la tensión en la región y asegurar la liberación de decenas de rehenes secuestrados en ese ataque, que fue el desencadenante de la guerra entre Israel y Hamás.
La primera rehén liberada fue Agam Berger, una soldado israelí de 20 años, quien fue trasladada en medio de una escena más tranquila en el campamento de refugiados de Jabaliya, al norte de Gaza.
El proceso de liberación está siendo llevado a cabo en fases. En la primera etapa, se espera que Hamás libere a 33 rehenes, incluidos mujeres, niños y personas mayores, a cambio de casi 2,000 prisioneros palestinos.
Sin embargo, de los rehenes liberados en esta fase, se ha confirmado que ocho ya están muertos. Los palestinos celebran la liberación de los prisioneros como un acto de resistencia contra la ocupación israelí, aunque el proceso ha sido marcado por la incertidumbre.
Mientras tanto, Israel se prepara para una posible segunda fase de las negociaciones, donde se espera que Hamás libere a los rehenes restantes. Sin embargo, las diferencias entre las partes son claras. Mientras que Israel sigue comprometido con la destrucción de Hamás, el grupo armado ha dejado claro que no liberará a más prisioneros sin un fin definitivo de la guerra y una retirada israelí completa de Gaza.
El acuerdo de alto al fuego ha permitido que las fuerzas israelíes se retiren de gran parte de Gaza, dando paso al regreso de cientos de miles de desplazados a sus hogares, aunque la situación sigue siendo precaria.
Organismos humanitarios han aumentado la asistencia a los afectados, pero la reconstrucción de la región parece un reto a largo plazo debido a la magnitud de la destrucción. La guerra, que ha causado más de 47,000 muertos palestinos, continúa siendo una de las más mortales y destructivas en décadas.