El grupo islamista Hamás rechazó este martes las acusaciones de Israel sobre un supuesto ataque planeado contra sus tropas, calificando las afirmaciones como "falsos pretextos" diseñados para justificar una nueva escalada de violencia en Gaza.
Según Hamás, el objetivo de Israel sería encubrir su "decisión premeditada de reanudar su genocidio contra civiles desarmados", argumentando que el país israelí ignora los compromisos adquiridos en el acuerdo de alto el fuego.
A primeras horas de este martes, las fuerzas israelíes rompieron el alto el fuego acordado previamente, lanzando una nueva oleada de bombardeos en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Sanidad gazatí, los ataques han dejado más de 400 muertos, la mayoría mujeres y niños, y al menos 560 heridos. Esta violenta reanudación de los enfrentamientos ha exacerbado la situación humanitaria, ya gravemente afectada por meses de conflicto.
Israel justificó los bombardeos como un intento de presionar a Hamás para que libere a los rehenes palestinos y renegocie un alto el fuego, luego de que el país no cumpliera con la segunda fase del acuerdo, que implicaba la retirada de tropas israelíes de Gaza.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, informó que las fuerzas israelíes intensificarían sus acciones militares contra Hamás para cumplir con los objetivos de la guerra, incluidos la liberación de los rehenes y la restauración de la seguridad en la región.
Por su parte, Hamás negó las acusaciones y reiteró su compromiso con el acuerdo de alto el fuego, que fue firmado a mediados de enero. El pacto, que permitió la liberación de 38 rehenes, incluía una segunda fase en la que Israel debía retirar sus tropas de Gaza y poner fin al conflicto, pero según Hamás, Israel se desentendió de sus responsabilidades en ese momento.
"El gobierno de Netanyahu prefirió reactivar la guerra en lugar de cumplir con su parte del acuerdo", denunciaron desde el grupo palestino.
Hamás también acusó al gobierno israelí de buscar desviar la atención de sus propios problemas internos a través de la reanudación de los ataques, argumentando que la violencia es una táctica para desviar el foco de las crisis políticas en Israel. La guerra, que ya ha dejado miles de muertos y heridos, sigue siendo un tema de alta tensión tanto en el ámbito local como internacional.
En el contexto de este conflicto, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por el sufrimiento de la población civil en Gaza, instando a ambas partes a respetar los acuerdos de alto el fuego y a buscar una solución negociada. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, ya que los ataques continúan y las posibilidades de una resolución pacífica parecen distantes.
Con la situación humanitaria empeorando día a día y las tensiones entre Hamás e Israel aumentando, la región se enfrenta a una nueva fase de violencia, mientras el mundo observa con creciente preocupación el desenlace del conflicto.