De acuerdo a la UNAM, investigaciones en hornos prehispánicos de la Península de Yucatán muestran que la industria de procesamiento de cal fue más importante entre los años 900 y 1000 d.C., con una interrupción de unos cinco siglos, que terminó antes de la llegada de los españoles
María Soledad Ortiz Ruiz, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, y Avto Goguitchaichvili, del Servicio Arqueomagnético Nacional (SAN) del Instituto de Geofísica, unidad Michoacán, ambos de la UNAM, subrayan que el análisis de estas estructuras resulta esencial para comprender la compleja red tecnológica y cultural de las civilizaciones mayas.
Ortiz Ruiz sostiene que el uso de los hornos fue determinante en la consolidación de sistemas productivos y en el fortalecimiento de redes comunitarias, marcando un punto de inflexión en la organización social de las comunidades indígenas previas a la Conquista.
El equipo de investigación, en un trabajo publicado en la revista Quaternary, examinó más de 30 hornos mediante técnicas arqueomagnéticas, lo que permitió identificar patrones de continuidad, reutilización y adaptación tecnológica
Estos hallazgos contribuyen a debates más amplios sobre las prácticas pirotecnológicas antiguas y sus implicaciones en la economía y la sociedad de la época. Ortiz Ruiz detalla que la especialización en la producción de materiales de construcción era notable, ya que los hornos se ubicaban estratégicamente cerca de canteras, fuentes de combustible y agua, elementos indispensables para la elaboración de cal y morteros.
La localización de los hornos, tanto en las inmediaciones de sitios arqueológicos como en haciendas de la región, motivó la necesidad de establecer una cronología precisa. Por ello, desde 2013 se inició la colaboración con el SAN para determinar las fechas de la última utilización de cada estructura.
Ortiz Ruiz puntualiza que, históricamente, estos hornos fueron empleados principalmente en la fabricación de cal, pero también desempeñaron un papel en la vida cotidiana, como en la elaboración de códices, la nixtamalización y en ceremonias religiosas
Con la llegada de los españoles y los cambios en la estructura socioeconómica, el uso de los hornos mayas comenzó a declinar, aunque varios han sido hallados en las proximidades de antiguas haciendas.
Ortiz Ruiz destaca que los mayas poseían un conocimiento técnico avanzado sobre la eficiencia de estas estructuras, logrando la calcinación de la roca caliza con mínima pérdida de materia prima. El abandono de esta tecnología implicó la pérdida de un saber milenario y afectó la identidad cultural de las comunidades indígenas, alterando sus formas de producción y organización social.
Por su parte, Goguitchaichvili señala que, a pesar de la similitud en la elaboración de los hornos, muchos dejaron de utilizarse entre los años 900 y 1000 d.C., dando paso a un periodo de inactividad de aproximadamente 500 años, posiblemente debido a dificultades industriales, económicas o paleoambientales.
El investigador resalta que la ciudad de Mérida, conocida como la "ciudad blanca", debe su nombre al auge de esta tecnología en el periodo posclásico, cuando la quema de piedra caliza era fundamental.
Para Complementar
¿Quienes fueron los mayas?
Los mayas fueron una civilización que vivió en Mesoamérica entre el 2000 a.C. y el siglo XVI d.C. Se establecieron principalmente en lo que hoy conocemos como la península de Yucatán, Guatemala, Belice, Honduras y algunas partes de El Salvador.
Destacaron por sus conocimientos en astronomía, matemáticas y arquitectura. Crearon un sistema de escritura con símbolos, calendarios muy precisos como el Tzolkin y el Haab, y levantaron grandes ciudades como Tikal, Chichén Itzá y Palenque
Su sociedad estaba dividida en grupos, donde había gobernantes considerados sagrados, sacerdotes, artesanos y campesinos. También realizaban ceremonias religiosas que incluían ofrendas y, en algunos casos, sacrificios.
¿Cuál es la técnica arqueo magnética?
La arqueomagnetismo es una técnica que usan los arqueólogos para saber la antigüedad de ciertos objetos, especialmente los que han sido expuestos a fuego, como hornos, cerámicas o estructuras quemadas.
La idea es que cuando estos materiales se calientan mucho y luego se enfrían, los minerales magnéticos que tienen dentro se alinean con el campo magnético de la Tierra tal como estaba en ese momento.
Esa "huella" queda grabada. Luego, al compararla con registros conocidos de cómo ha cambiado el campo magnético en una región, sepuede calcular más o menos cuándo fue que se calentaron esos objetos. Es una herramienta superútil, sobre todo en casos donde otros métodos, como el del carbono-14, no funcionan bien.