En el último año y medio, México ha registrado un promedio de cinco hospitalizaciones mensuales debido a sobredosis de fentanilo, según datos públicos de la Secretaría de Salud.
Entre junio de 2023 y diciembre de 2024, se contabilizaron 92 hospitalizaciones en 15 entidades del país, relacionadas con intoxicaciones autoinfligidas, accidentales o por motivos aún no determinados. Estos números evidencian una creciente preocupación por el impacto del fentanilo en la salud pública del país.
Sinaloa encabeza la lista de estados con más casos, con 38 hospitalizaciones reportadas en hospitales generales de municipios como Culiacán, Elota, Navolato, Eldorado y Salvador Alvarado. Baja California ocupa el segundo lugar, con 22 registros en los hospitales de Tijuana y Playas de Rosarito. Quintana Roo también se ha visto afectada, con siete hospitalizaciones, la mayoría de ellas en el Hospital General de Cancún. Otros estados como la Ciudad de México, Michoacán, Sonora, Jalisco y Veracruz también han reportado casos, aunque en menor cantidad.
El grupo de edad más afectado por estas intoxicaciones corresponde a jóvenes de entre 16 y 28 años, quienes representan el 46 % de las hospitalizaciones. En cuanto al género, 74 de los casos corresponden a hombres y 18 a mujeres. Afortunadamente, de las 92 hospitalizaciones, solo cinco resultaron en defunción, mientras que el resto de las personas sobrevivieron y fueron dadas de alta con vida.
Los registros utilizados en este conteo provienen de la plataforma Cubos Dinámicos, operada por la Dirección General de Información en Salud de la Secretaría de Salud federal. Esta plataforma, que comenzó a recopilar datos a mediados de 2023, utiliza el "Código U94" para clasificar las intoxicaciones por fentanilo. Esta codificación fue el resultado de mesas de trabajo entre activistas, académicos e instituciones de salud pública, y está basada en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de estos datos, expertos advierten sobre la existencia de un subregistro en las cifras oficiales. Adriana Muro Polo, directora ejecutiva de Elementa DDHH, señaló que las estadísticas de la Secretaría de Salud aún no reflejan la totalidad de los casos, ya que no se incluyen las atenciones de paramédicos, bomberos y activistas en la calle.
Además, Muro Polo criticó la falta de una encuesta nacional de adicciones, lo que dificulta tener una visión completa de la situación del consumo de fentanilo en el país.
Según la especialista, aunque México no ha llegado a los niveles de consumo de fentanilo que enfrenta Estados Unidos, sí existe una crisis focalizada principalmente en Baja California, Sonora y Sinaloa.
Muro Polo subraya la urgencia de que las autoridades federales reconozcan la realidad del consumo en el país y se implementen políticas públicas de salud para atender a esta población vulnerable. "Necesitamos entender las dinámicas del consumo y saber qué está pasando en estos lugares, donde también hay producción", afirmó.