Las instalaciones de detención de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) han alcanzado el 109% de su capacidad, con cerca de 42,000 inmigrantes detenidos a pesar de contar con una capacidad oficial de 38,521 camas.
Este aumento en las detenciones ocurre en el marco de una intensificación de las operaciones de arresto bajo la administración de Donald Trump, que ha llevado a la agencia a revisar sus políticas y liberar a algunos inmigrantes para aliviar la presión en sus instalaciones.
Según datos internos del gobierno obtenidos por CBS News, el lunes pasado ICE liberó a aproximadamente 160 personas detenidas, muchas de las cuales fueron equipadas con monitores de tobillo para supervisar sus movimientos.
Aunque la liberación de inmigrantes es una medida necesaria para enfrentar el hacinamiento, ICE aseguró que algunos de los liberados permanecen bajo su vigilancia mientras se resuelve su situación migratoria. La agencia también reconoció que algunas leyes de inmigración obligan a la liberación de ciertos detenidos.
Las detenciones realizadas por ICE han aumentado considerablemente desde la llegada de Trump al poder. En los últimos días, la agencia ha registrado hasta 1,000 arrestos en un solo día, un número considerablemente mayor que el promedio de 312 arrestos diarios durante el último año de la administración de Joe Biden.
Esta escalada en las operaciones de ICE ha sido impulsada por la eliminación de los límites impuestos por Biden, lo que ha permitido a la agencia perseguir a un mayor número de inmigrantes, incluidos aquellos sin antecedentes penales.
El proceso de detención y deportación se ha vuelto más lento, ya que algunos inmigrantes deben esperar semanas o meses antes de que se complete su trámite legal. En algunos casos, los detenidos no pueden ser deportados debido a la negativa de sus países de origen a recibirlos o por las decisiones de los jueces, quienes otorgan alivios temporales de deportación. Esta situación ha puesto una presión adicional sobre los recursos de ICE, que se enfrenta a un espacio limitado en sus instalaciones de detención.
En respuesta al hacinamiento, ICE ha comenzado a planificar una expansión significativa de su capacidad de detención. La agencia está considerando abrir nuevos centros de detención, incluyendo 14 sitios más pequeños con capacidad para 1,000 detenidos y cuatro instalaciones más grandes con 10,000 camas cada una.
Además, ICE ha solicitado ayuda de otras agencias para aumentar su capacidad, como el Departamento de Defensa, que ha autorizado la detención de inmigrantes en una base de la Fuerza Espacial en Colorado.
El gobierno de Trump también ha comenzado a utilizar instalaciones militares para la detención de inmigrantes. La base naval de Guantánamo, que ha sido histórica por su uso en la detención de prisioneros de guerra, recibió este martes a su primer grupo de inmigrantes detenidos, como parte de una orden presidencial para convertir la instalación en un centro masivo de detención.
Mientras tanto, el zar fronterizo de la administración Trump, Tom Homan, ha solicitado a los alguaciles locales que colaboren con los oficiales federales de inmigración para arrestar y detener a inmigrantes no autorizados. Este llamado a la colaboración entre agencias locales y federales es parte de un esfuerzo por intensificar la campaña de deportación que el presidente Trump ha prometido como la más grande en la historia de EE. UU.