Los directivos del Hospital Comunitario de Macuspana, en Tabasco, fueron removidos de sus cargos luego de que se hiciera viral el uso de un garrafón como campana cefálica improvisada para oxigenar a un recién nacido.
La medida fue anunciada por Adalberto Pérez Lanz, coordinador estatal del IMSS-Bienestar en Tabasco, quien reconoció las condiciones precarias en las que se brindó atención médica al menor.
El bebé, originario de Tila, Chiapas, fue llevado al hospital por problemas respiratorios y necesitaba una oxigenación del 60%. Ante la falta de insumos adecuados, un médico pediatra y una enfermera improvisaron un dispositivo con un garrafón de agua para asegurar que el pequeño pudiera respirar correctamente. Gracias a esa maniobra, el menor logró estabilizarse.
Actualmente, el niño se encuentra en su comunidad de origen, en buen estado de salud y bajo seguimiento médico. Además, el IMSS-Bienestar ha garantizado que el menor reciba todas sus vacunas correspondientes.
Pérez Lanz destacó que, pese a lo inusual del procedimiento, tanto el médico como la enfermera actuaron con responsabilidad y compromiso para salvar la vida del paciente. "Ellos actuaron tratando de salvar la vida como muchos médicos lo hemos hecho con los insumos que tengamos a la mano", afirmó el funcionario, dejando claro que no habrá sanciones en su contra.
El caso ha generado una fuerte reacción en redes sociales, no solo por la imagen del garrafón, sino por evidenciar las condiciones en las que operan algunos centros de salud. Aunque el improvisado acto fue heroico, también refleja las carencias persistentes en el sistema de salud pública.
No es la primera vez que el hospital de Macuspana se ve envuelto en polémica. En 2021, tanto usuarios como trabajadores protestaron por falta de insumos, fallas en quirófanos y problemas de higiene. A pesar de esas denuncias, el entonces director Édgar Huerta permaneció en el cargo hasta este reciente escándalo.
La destitución de los directivos es vista como una medida necesaria, pero también como un llamado urgente a mejorar las condiciones hospitalarias, sobre todo en comunidades vulnerables donde cada recurso puede significar la vida o la muerte.