Al inicio de la jornada electoral, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, visitó la tumba de su hijo Beau, quien murió en 2015, a los 46 años a causa de un tumor cerebral.
Previamente Biden y su esposa, Jill, acudieron acompañados de sus nietas Finnegan y Natalie también a la iglesia de Saint Joseph, en el valle de Brandywine, a la que acuden frecuentemente.
Beau, era fiscal general de Delaware pero irse de voluntario un año a la guerra de Irak.
En el cementerio parroquial de la iglesia de Saint Joseph también están enterrados la difunta esposa de Biden, Neilia, y su hija pequeña, Naomi, quienes murieron en un accidente automovilístico en 1972, poco después de que el político fuera elegido senador.
Biden tiene previsto pasar el resto de la jornada en Pensilvania, para luego regresar a su casa de Wilmington a esperar los resultados de las elecciones.